La parábola de Diego

Durante las jornadas del 19 y 20 diciembre de 2001,tras el estallido social y la brutal represión que terminó con la huida de Fernando De la Rúa en helicóptero, hubieron en el país 39 muertos y cientos de heridos. Las Madres de Plaza de Mayo le pusieron el cuerpo a la policía montada. La historia de Diego.

Por José Fernández*

Era el caluroso diciembre del 2001, en la TV se podía ver como los caballos de la Policía Federal golpeaban a las Madres de Plaza de Mayo en la plaza del pueblo. Se veía a esas mujeres enlazadas en con sus brazos, resistir las embestidas de las bestias.

Las viejas no cedían, apenas unos pasos para atrás y volvían a ganar el metro perdido en manos de la represión. El grito de los Federales, no las asustaban, ellas sabían de esa orden: “Circulen”, que las hizo rodar la plaza y en ella el giro en espiral de la lucha por la vida.

Pero la represión golpeaba duro sobre los cuerpos de esas Madres, el dedo amenazador del Federal, mostraba la impotencia de quienes no les asiste la razón. Las madres resistían.

Las imágenes se amplificaban por la pantalla, la impunidad también, en su contrapartida la bronca que subleva la sangre no aguanta más y un joven siente el crujir de la historia y la necesidad de no dejar solas a esas madres. Se levanta y le dice a viva voz a su madre: “¡¡¡Mira lo que están haciendo!!!”, se pone su gorra “A la noche vuelvo”, cierra la puerta y parte para la Plaza.

Lo que no sabia Diego era que esa jornada se transformaría en un día marcado por la sangre y que daría un punta pie histórico al inicio del Siglo XXI.

Salió corriendo repitiendo, “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, sintió que era hora de poner a prueba sus palabras, templar su compromiso y enfrentar la impunidad.

Diego Lamagna, de 27 años fue asesinado por un policía de la Federal en la esquina de Av. Mayo y Tacuarí. Su familia se enteró al otro día viendo en la tapa de Clarín al joven tirado en el piso, asistido por un médico, con un balazo en el pecho.

Aquel 21 de diciembre de 2001 no pudo llegar a la Plaza a abrazar a las madres, pero todos sabemos que las Madres lo abrazan a él y hoy estuvo presente para seguir diciendo con honor #NuncaMás #MemoriaVerdadYJusticia

Diego, como las otras decenas de victimas del 19 y 20 de diciembre de 2001, sigue esperando justicia.

*Periodista. Para leer más textos del autor visitar https://josecomunicando.com/. |Foto: Contrainfo.

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