Milei asegura que terminará con “el verso” donde hay una necesidad nace un derecho. Pretende quitar subsidios al transporte, la luz, el gas y el agua, terminar con la obra pública, forzar a los vecinos a pagarse la instalación de cloacas, acabar con la moratoria previsional, reducir las indemnizaciones por despido y cerrar ramales ferroviarios. Quiere imponer la teoría del derrame, que ya fracasó en la Argentina.
Por David Cufré*
“El concepto de justicia social es aberrante, es robarle a alguien para darle a otro”, enfatiza Javier Milei, preocupado por cuánto tendrá que poner de su bolsillo en impuestos para costear necesidades básicas de la población. “Venimos a terminar con el verso ese de que ‘donde hay una necesidad nace un derecho’, porque así es como aumentan el gasto público, los impuestos, toman deuda y cuando ya no pueden más le dan a la maquinita”, remarca. Lo que enoja al candidato libertario es la aspiración a una distribución progresiva del ingreso, por la cual los sectores con mayor capacidad contributiva tributan más para solventar gastos indispensables de sectores con menos recursos.
Para Milei eso es un robo. Lo que sugiere es que el mercado opere sin ninguna intervención del Estado y que cada uno se arregle como pueda. En el mejor de los casos, se inclina por la teoría del derrame. Es decir, que los más ricos acumulen todo lo que quieran y tengan libertad para imponer condiciones al resto -por ejemplo, una industria monopólica fijando precios abusivos-, como estrategia para lograr un crecimiento económico sólido que supuestamente favorecería al conjunto de la sociedad por la mayor actividad.
En las últimas décadas se probó varias veces esa teoría, con Carlos Menem, Domingo Cavallo y Mauricio Macri como principales referentes. El resultado siempre fue catastrófico, porque lo que ocurrió fue que la riqueza no derramó sobre las mayorías populares, sino que se concentró en una cúpula. También resultó un fracaso en términos económicos, porque al debilitar el mercado interno cayeron los incentivos para producir e invertir, dando lugar a círculos viciosos de recesión, desempleo y endeudamiento para cubrir la pérdida de ingresos del Estado.
Milei no propone políticas para generar desarrollo económico. Solo se molesta por el cobro de impuestos. En los últimos días circuló el video de una entrevista que le hicieron en Paraguay en la que sostuvo que “para mí los contrabandistas son héroes, porque lo que hacen es evitar al fisco“. También le recordaron su voto negativo como diputado a la ley que busca prevenir las cardiopatías congénitas en recién nacidos. “Esa ley implica más presencia del Estado interfiriendo en la vida de los individuos e implica más gasto público”, señaló. El libertario no quiere gasto público para salvar la vida de bebés. ¿Por qué? Porque hay que pagar impuestos.
Derechos el peligro
Si el candidato de La Libertad Avanza fuera elegido presidente, entonces, un amplio abanico de derechos sociales quedaría en riesgo de desaparecer. Milei dio varios ejemplos, que se mencionan a continuación:
- Subsidios a las tarifas de luz, gas y agua. El libertario repite que quitará todos los subsidios porque implican una fuerte erogación para el Estado. El impacto de esa medida en términos distributivos sería desastroso, ya que aumentaría lo que se denomina pobreza energética, que es la incapacidad de sectores de bajos ingresos para pagar consumos indispensables de esos servicios.
- Subsidios al transporte. El gobierno nacional habilitó la posibilidad de renunciar voluntariamente al aporte estatal para las tarifas de colectivos y trenes. Lo hizo para dejar en evidencia cuánto deberían pagar los usuarios si no tuvieran esta asistencia del Estado. El pasaje de colectivo pasaría a valer 700 pesos, mientras que el tren costaría 1100. De las 14 millones de personas que utilizan la SUBE, hasta el momento renunciaron apenas unos mil.
- Moratoria previsional y jubilación anticipada. En febrero pasado, cuando el Congreso aprobó el nuevo plan de inclusión previsional, Milei se mostró furioso: “Es una estafa al pueblo argentino. No sólo es inmoral que regalen jubilacionesa quienes no aportaron nunca, sino que profundiza el déficit estructural del país, condenando a las generaciones futuras a la pobreza”. En la misma línea, se opone a que las personas que completaron aportes pero aún no alcanzaron la edad de retiro puedan acceder a una prestación si están desocupadas. Es para las personas a las que les faltan hasta cinco años para obtener la jubilación, que el Gobierno acaba de prorrogar por dos años.
- Indemnizaciones por despido y convenios colectivos. En materia laboral, Milei plantea la modificación del régimen de indemnizaciones por despido para disminuir el monto que deben percibir los trabajadores y pretende dar de baja los convenios colectivos de trabajo para forzar una renegociación que quite derechos a los empleados.
- Créditos subsidiados. La Anses puso a disposición de trabajadores y jubilados créditos para consumo con tasas muy por debajo de los costos del mercado para incentivar la demanda y ayudar a compensar los efectos de la alta inflación. Milei es crítico de esas políticas y sostiene que el que quiere un crédito debe obtenerlo en los términos que impone el sistema financiero. También propone la privatización del Banco Nación.
- Becas Progresar y Conectar Igualdad. El candidato de LLA considera que ambos programas de fomento a la educación incrementan el gasto público y los tiene en la lista para ser eliminados.
- Red ferroviaria. El gobierno nacional desplegó una política de recuperación sostenida de ramales ferroviarios y Sergio Massa tiene en carpeta un proyecto de ley para desarrollar fuertes inversiones en el sector y llevar el tren a veinte provincias. Milei, en cambio, advirtió que propondrá la privatización de ramales de carga y el cierre de ramales con un criterio puramente fiscalista. Miles de ciudadanos perderían el derecho a un servicio esencial.
- Red de agua y cloacas. La diputada electa Diana Mondino, una de las referentes de LLA, propuso que “la gente se junte para pagar la cloaca”. “Hoy estás pagando un montón de cosas que no recibís. El gobierno decide hacer una obra pública en tal lado, por ejemplo una cloaca, entonces de Jujuy a Tierra del Fuego entre todos pagan algo que se va a hacer en cierto lugar”, dijo. “Entonces, si en vez de pagar impuestos para la obra pública, se junta la gente del barrio y dice ‘hagamos tal obra, por ejemplo una cloaca’ después se hace. Así se hizo siempre“, justificó. Algo similar intentó María Julia Alsogaray cuando estaba a cargo de la fiscalización de Aguas Argentinas, la empresa francesa que se había quedado con Obras Sanitarias, y el resultado fue que la red de agua y cloacas quedó estancada. La cobertura recién volvió a crecer cuando Néstor Kirchner reestatizó la empresa y creó Aysa.
- Viviendas. Milei se opone a los planes estatales de construcción de viviendas. Sostiene que la obra pública debe ser financiada por privados y que el Estado debe ahorrarse esos recursos para equilibrar las cuentas públicas.
- Obras públicas y coparticipación. Otro de los puntos controvertidos de la plataforma de La Libertad Avanza es el fin de la obra pública, para ser reemplazada solo por inversiones privadas. El gobierno de Macri intentó algo similar con el programa de Participación Pública Privada (PPP), que terminó en un estrepitoso fracaso. Milei también dice que se opone al esquema de coparticipación impositiva con las provincias, lo que condenaría a los distritos más relegados.
*Periodista, especialista en Economía. Fuente Página12 https://www.pagina12.com.ar/ Imagen: Leandro Teysseire.
www.prensared.org.ar