Para el comisionado, Sergio Daniel Orodá, es muy probable que el 25 de octubre de 2009,en horas de la siesta, luego de que Simone la recoge de la casa de la abuela y la lleva a la casa de sus padres “en ese contexto, en esas horas, le habría dado muerte a Yamila”. Palacio y De la Silva, habrían participado como cómplices.
Por Katy García*
En el marco del juicio que investiga los delitos de trata de persona con fines de explotación sexual y homicidio de Yamila Cuello, declararon, los días jueves y viernes pasados, familiares y ex parejas de los acusados. Sergio Daniel Orodá, detective policial, presentó ante el Tribunal y las partes, el informe de una investigación realizada entre 2019 y 2020, encomendada por el fiscal Enrique Senestrari.
Al inicio manifestó que lo primero que le llamó la atención fue el tiempo transcurrido -10 años- y las variadas hipótesis investigadas, sin resultados, hasta que Néstor Simone, expareja de Yamila, pasó a ser el sospechoso principal. A través del análisis de llamadas telefónicas quedó de “manera clara y concreta” donde habían estado el día de la desaparición, Simone, Carina Da Silva y la propia víctima.
Una prueba documental de Gendarmería indica que “voluntariamente Eulalia Contreras (la abuela de Yamila) les había entregado un conjunto de objetos como teléfonos, una factura asociada a una estafa realizada en 2009, que compromete a los acusados. Entrevistaron a la dueña del comercio quien les mostró los cheques con firmas y nombres falsos. Mediante un estudio grafológico comparativo con unas cartas de amor, se pudo comprobar que las firmas eran de “puño y letra de Yamila”. También se analizaron las comunicaciones entre los acusados y Carina De la Silva, con la víctima.
El comportamiento de Simone era contradictorio. En 2009, lo detuvieron y se abstuvo de declarar. Dos años después “hace un relato sobre su vida con Yamila. La deja mal parada y sostiene que ella cometió una infidelidad y que no recordaba cuándo la vio antes de que desapareciera”, dijo el testigo.
En una entrevista con Miriam Oliva, ex pareja de Simone, le contó que tenían un hijo en común, Joel. Que la relación “había empezado bien, era seductor, buen mozo, y que convivieron en la casa del padre unos tres años”. Pero al tiempo notó que se comportaba como “un diablo, cambiante, que explotaba de ira”. Cree que “no le fue peor porque en el lugar vivían otras personas”. Una tarde le dijo: “salí hija de puta, te voy a matar a vos y a tu hijo; si no sos mía no vas a ser de nadie…”.
Una escena típica de violencia de género cuando aún no había capacitación sobre el tema, subraya el inspector. Oliva hizo una denuncia, pero hubo hechos anteriores.
Testimonio bajo identidad reservada
En diciembre, ocurrió un hecho clave que orientó la investigación. Ocurrió cuando realizaban entrevistas en el territorio. Una de las personas les dijo: “Me da pena que siguen buscando a esta chica. Y que la busquen con vida, porque eso no va a ser posible, porque yo sé de muy buena fuente qué le pasó a Yamila”. Agregó que “ese domingo la vieron, a la siesta. Y a la noche, Néstor Simone, estaba desesperado lavando el Renault rojo para limpiar la sangre. Y a Yamila no se la vio más”.
Ante esta impactante novedad se comunicaron con el fiscal Senestrari. La persona accedió a declarar siempre y cuando se la proteja. La testimonial con identidad reservada, se llevó a cabo el 8 de enero. Posteriormente el fiscal ordenó la búsqueda del automóvil. Pero había sido vendido, y en 2017 robado y con pedido de secuestro.
Orodá entrevistó a Eulalia Contreras -la abuela de la víctima-porque quería entender qué pasó con el teléfono de Yamila. Le comentó que se había generado una confusión cuando hicieron la denuncia de desaparición porque pensaban que la joven tenía el aparato. Pero “logra encontrarlo, como lo había dejado Yamila, detrás de un frezzer, cargándose. A los días, lo encuentra y lo entrega a gendarmería pero ya estaba formateado”. Cabe destacar que De la Silva visitó a Eulalia, le pidió el teléfono, lo inspeccionó y luego lo dejó.
Después, habló con Damián López, ex novio de Yamila (quien ya declaró en este juicio) recorrieron distintos lugares en el barrio Las Magdalenas donde vivían. En esa caminata le contó que tenían una relación sana, que era alegre, a pesar de los problemas. Pero, hubo un momento en que “estaba muy preocupada y angustiada porque ese tipo grande con el que había salido, la estaba hostigando. Le decía que “si no era de él no iba a ser de nadie”. A él también le daba miedo. Tenía 18 años, pero aun así siguió esperándola a la salida de la escuela. En febrero de 2020, se comunicó con Márquez que también declaró (ver al final).
Durante el tercer periodo de integración y preparación del informe final buscaron material complementario. Legislación, protocolos y contenidos referidos a femicidios, perfilación criminal y victimología.
Así, un equipo construyó un perfil de Simone supuesto autor del asesinato de Yamila. Ese trabajo, dice el inspector, fue importante porque se pudo entender que la misma persona que surgía de los testimonios, por su modo de vida, era el mismo ligado al juego clandestino, que no trabajaba y mostraba un comportamiento violento con las mujeres. El informe lo describe como un ludópata, manipulador.
Pruebas al canto
El registro de llamadas y mensajes de texto operan en este caso como pruebas en esta investigación criminal. El investigador mostró en un power point la pertenencia de los celulares, la ubicación y el entrecruzamiento de llamadas entre cuatro líneas que pertenecían a Yamila, Simone (dos) y Carina Da Silva.
De acuerdo a las antenas, el acusado fue ubicado en las inmediaciones de la casa de Yamila. Las dos últimas llamadas que recibió, fueron de Simone. Durante los meses de septiembre y octubre de 2009 llovían las llamadas y mensajes de manera insistente. Pero al otro día de la desaparición cesaron porque cambió de número telefónico. Como si nada hubiera pasado se lo dejó a la familia por si “necesitaban algo porque él hacía mucho que no la veía”. (Por cuestiones técnicas el testimonio continuó el viernes).
Al retomar el hilo, el comisionado destacó la importancia del análisis de las comunicaciones de Carina Da Silva, amiga de Yamila, quien visitó a la abuela Eulalia y manipuló el celular. Tanto Simone, como Carina negaban conocerse. Él se refería a una tal Carla y ella a un tal Nélson. Pero las llamadas existieron y están registradas en las planillas proporcionadas por las empresas. La mayoría eran entrantes y respondidas por la mujer mediante mensajes de texto. Subraya el detective que después de la desaparición de Yamila no se verificaron otras porque él cambió el número en 2009. Al año siguiente, las comunicaciones se renovaron.

La hipótesis del detective
A instancias del fiscal Gustavo Yofre, dio a conocer la conclusión final a la que arribó el equipo. En base a los indicios que “mencioné ayer (por el jueves) la telefonía nos permite vincular a Simone y De La Silva con Yamila en un periodo preciso”. A ello se suma, la documental por defraudación que los relaciona. El perfil violento de Simone, analizado por psicólogos, más los antecedentes en otras causas, y la gran cantidad de testimonios, conforman un historial de violencia y explotación, ejercido por Simone.
Lo cual “Nos lleva a decir que, muy probablemente, el 25 de octubre de 2009, en horas de la siesta, luego de que Simone la recoge de su casa, en barrio Las Magdalenas, y la lleva a la pieza donde vive en la casa de los padres, en ese contexto, en esas horas, le habría dado muerte a Yamila”, afirma. Añade que por el comportamiento y el silencio por parte de Palacios y Carina De la Silva, es probable que hayan participado en algún un grado de complicidad. Luego, se desligaron del cuerpo, en un lugar difícil de identificar, próximo a las canteras de Villa Boedo.
Ante una pregunta del fiscal acerca de las dificultades, señaló que el principal obstáculo fue lidiar con el paso del tiempo. Contrario sensu, dijo que “favoreció para que las personas decidieron colaborar y se animaran a decir lo que sabían, por una cuestión de conciencia cosa que no hubiera ocurrido antes”. En lo subjetivo asume que relacionarse con las familias fue positivo para que vuelvan a confiar y relatar lo que habían relatado numerosas veces. En ese sentido comentó que a través de relatos familiares hubieron dos hechos violentos que lo impresionaron. Uno, cuando el acusado la quema con agua hirviendo y después de que cicatrice, ella se hizo tatuar la “Y” de Yamila . El otro, sucedió cuando le convida un mate a Néstor y sin que haya ocurrido nada, al primer sorbo, lo tira sobre la mesa, la golpea y le dice “hija de puta no servís ni para cebar un mate”.
Palacio
El detective considera que de acuerdo a los indicios colectados durante el periodo de investigación que expuso frente al Tribunal, Horacio Palacio no solo compartía la actividad de las apuestas junto a Simone también formaba parte de la explotación sexual de Yamila para pagar las deudas de juego. Tal afirmación fue ratificada por otras personas que le dijeron a su hermana Soledad Cuello lo que estaba ocurriendo. Le preguntó directamente si eso sucedía y le confesó que sí. “Fijate, porque si te hace eso, evidentemente, no te quiere”, le dijo su hermana.
En torno a las afirmaciones de la persona que testificó con identidad reservada relacionadas con la veracidad, le llamó la atención cuando “hizo una mención directa de saber, y la manera en que lo expresa, jactandosé o burlandosé. “El Néstor la mató, que la vayan a buscar adonde está enterrada…”. Y también que “sabía dónde estaba enterrada pero que no la iban a encontrar más porque por ahí pasaba el asfalto”.
Testimonios del jueves
Cristina Márquez (Expareja de Simone)
Los conocía a ambos. A Néstor Simone porque vivía en la esquina de su casa y porque fueron pareja, y a Palacio porque era hermano de crianza de Néstor. La relación duró entre uno y dos meses porque “le pegó una trompada a mi hija y le dije que se fuera”. Contó que cuando salía con ella, a la semana de convivencia, le pidió que si la policía le preguntaba algo que dijera que estaban juntos desde hace dos meses. Las mujeres del barrio le habían advertido: “fíjate que ése sale con Yamila”. Ratificó lo que dijo en una declaración anterior cuando dice que “la llevaba a un bar y tenía que prostituirse”. Una amiga del imputado, Estela Balsagna, con quien tenía un hijo, le había comentado: “éste la mató y seguro la tiró por el campo, que lo conoce como la palma de su mano”.
Miriam del Valle Oliva (Exesposa de Simone)
Los conoce a ambos acusados. “A Simone, porque fue mi marido 28 años atrás”. Comentó que eran muy jóvenes y no se entendían y que tenían un hijo. “Éramos una familia pero yo le dije que se vaya de mi casa” pero mantenían algún contacto porque el niño lo extrañaba. Solo lo denunció una vez, porque la hostigaba por teléfono a la madrugada. Negó que la haya golpeado.
Casandra Palacio (Hija de Palacio)
¿Alguna vez te comentó tu padre algo sobre el tema? Le preguntó el fiscal. -No, si lo hubiera sabido lo digo. Porque soy mujer y tengo hijas- No cree que su padre haya cometido ese crimen y le da bronca que juzguen a alguien que no fue.
¿Y cómo sabe que no fue?- le pregunta el fiscal. -Lo sé porque es mi papá. No hemos hablado del tema. Tampoco ahondó en la relación del matrimonio de sus padres.
Katerinne Yanina Palacio (Hija de Palacio). Negó que su padre le haya contado algo sobre Yamila. Dijo que sus padres se separaron y que “hasta hoy mi mamá está despechada”. Tenía 10 años cuando ocurrieron los hechos y que la familia no tiene vínculos con Simone.
Lorena Evangelina Fino
La testiga dijo que Palacios era la pareja de su madre biológica con quien no se relaciona (se refiere a la exesposa de Palacio) pero si lo hace con sus hermanas. Sabe que se separaron en malos términos y no recuerda a Yamila, pero cree haberla conocido. Aunque tiene “vagos recuerdos, siempre con el señor Néstor que era su pareja. Lo traté con respeto pero nunca tuve una relación cercana”.
La próxima audiencia será el próximo 11 de marzo, a las 9:30hs.
*Periodista. Agencia Prensared. Foto principal Coordinadora por la aparición de Yamila Cuello. Imagen interna captura de pantalla.
“Queremos justicia por mi hermana, que podamos cerrar un capítulo y saber dónde están sus restos”
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