Viviana Alegre: “El estado no se investiga a si mismo”

Al recibir el premio Aricó 2021 la madre de Facundo Rivera Alegre, desaparecido en democracia,  pidió que el tema integre la  agenda política y que se conforme un equipo independiente para la búsqueda. Compartió la distinción que el  Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades le otorgó con familiares de las víctimas de  violencia institucional. Hablaron  Flavia Dezzutto, Sergio Maldonado Viviana Alegre. 

Por Katy García*

En una ceremonia conmovedora, el jueves pasado, Viviana Alegre, madre de Facundo Rivera Alegre, desaparecido el 19 febrero de 2012, recibió el Premio José María Aricó 2021. Se trata de una distinción que la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH) otorga cada año a la trayectoria social y política de una persona en Córdoba. La decana de la facultad, Flavia Dezzutto,  afirmó que en las desapariciones forzadas siempre está involucrada “la fuerza policial, los funcionarios políticos de turno, y el poder judicial”. Apuntó que en este caso los responsables políticos son el ex gobernador José Manuel De la Sota, el actual Juan  Schiaretti más los jueces y fiscales actuantes.

El acto se realizó en el hall central del Museo de Antropología con aforo. Participó como invitado Sergio Maldonado hermano de Santiago Maldonado, desaparecido en la Pu Lof, Resistencia de Cushamen, ​Chubut. ​​Entre el público, estuvieron presentes “Familiares y amigos de Facundo”, miembros de organizaciones de víctimas del gatillo fácil, periodistas, y personal de la casa.

Facundo también conocido como  El Rubio del pasaje salió con amigos aquél sábado a la noche rumbo al Estadio del Centro y nunca regresó. Gobernaba De la Sota. Desde ese instante su madre no cejó en la búsqueda. Golpeó las puertas del poder que hasta ahora no se abrieron. Hubo un juicio pero el cuerpo no aparece.

Viviana agradeció el premio y el acompañamiento que recibe de la facultad desde hace 10 años. “Mi lucha fue, es, y será colectiva -dijo señalando la remera que simbólicamente lo mostraba- y este  reconocimiento es en gran parte de todos ustedes, que me acompañan y me siguen enseñando”, expresó, emocionada, y saludó la presencia de las familias de las víctimas de gatillo fácil.

Confesó que el día  había sido “tenso cargado de emociones encontradas, muy intenso”. Eligió ser breve. Le pidió a quienes tienen la posibilidad de hacerlo que ahora que “vienen las próximas elecciones  este tema esté en la agenda política, porque tienen recursos y pueden armar equipos independientes para la búsqueda: porque el estado, no se  investiga a sí mismo. Tenemos la traba en la búsqueda de Facundo porque el fiscal Dalma y la fiscalía nos piden datos y pruebas para buscarlo. Porque no somos más querellantes, se juzgó un homicidio pero a Facundo no lo encontraron”, manifestó.

Enfatizó en la necesidad de construir ese instrumento ajeno a la justicia de turno y señaló que hay familias que no cuentan con los medios para  litigar porque “es mentira que la justicia sea para todos y mucho menos gratuita. Es todo una mentira”. También abogó por la asistencia en salud mental para las familias porque “La angustia es tan grande que a veces no se puede sostener y  lo único que una quiere es irse a la mierda adonde está el hijo de una. A mi nieta que va a cumplir 11 años le tengo que responder cosas que no sé. Ella sueña, ella pide . Facundo Rivera Alegre: no te imaginas cómo te quiero aparecido”, dijo, y estalló un prolongado aplauso.

La impunidad del estado

Sergio Maldonado agradeció la invitación de Viviana y abordó la importancia que tiene para las familias tener el cuerpo de la persona para transitar el duelo. Es necesario porque “cierra una etapa, se le puede llevar una flor, prender una vela,  hacer un homenaje”. Recordó que su madre no iba al dentista porque lo esperaba a Santiago para ir juntos. “Me parece necesario que aparezcan Julio López, Iván Torres, Daniel Solano, Tehuel de la Torre, porque a veces se naturaliza la desaparición”.

Santiago viajaba

“Santiago, era un pibe de 28 años, que había estudiado  Bellas Artes, era artesano, participó en varias protestas como  la lucha de los pueblos originarios por el acceso a la tierra, sin pertenecer a ninguna  organización”, retrató. Contó que tras hablar con amigos de su hermano pudo entender varias cosas. “Me di cuenta que yo vacacionaba y Santiago viajaba, que es muy diferente”, dice y agrega que “andaba  en bicicleta, pintaba murales, practicaba el trueque, escribía canciones, viajaba solo y no perdía el eje hacia donde iba”.

Luego repasó lo ocurrido cuando “Bajo la figura de flagrancia entraron los  gendarmes, desaparece Santiago, se hace un rastrillado y aparece después en el mismo lugar”. Detalló que el fallo de primera instancia dice fríamente que Santiago “ingresó a las heladas aguas del rio Chubut  y la muerte lo estaba esperando”. La causa sigue en la Corte.

Asoma la verdad

El reciente testimonio de una mujer desde adentro de la fuerza reflota la primera tesis que indica que fue una desaparición forzada. La testiga escuchó que  “habían detenido a un hippie, que lo llevaron al puesto de Gendarmería para sacarle información  y que se les fue la mano”. También aportó que otra persona preguntaba “cómo manipular el cuerpo”.

Para Sergio “queda claro que hubo impunidad por parte del estado. Es el primer caso donde intervino  una fuerza federal autorizada por el gobierno de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Necesitamos que se designe un juez, que se investigue como desaparición forzada, y que el estado lo busque a Facundo”, redondeó.

En la mesa: Sergio Maldonado, Viviana Alegre y Flavia Dezzuto
Qué hacer con las continuidades

La decana Flavia Dezzutto precisó en su discurso que son más de 200 los casos en el territorio nacional donde “siempre juega  un papel central la fuerza policial, los funcionarios políticos de turno y el poder judicial, por lo menos”.

Evaluó que “En todo este tiempo Viviana ha caminado los pasillos de ese poder buscando justicia, exigiendo verdad, con familia, amigos, compañeros, lo ha hecho con su cuerpo, con su vida, con su salud, lo ha hecho colectivamente, con cuantos se han sumado a esta lucha y en ella a muchas más”, subrayó la académica. Pero no lo hizo sola caminó las calles junto a otras organizaciones y con familiares de “los pibes y las pibas desaparecidos, torturados, encarcelados, escarnecidos por este régimen de terror que no se quiere ir de nuestras calles, que entra en nuestras casas, en nuestras vidas”, enfatizó.

Reflexionó sobre “las limitaciones de la democracia para evitar las desapariciones, las torturas, las muertes”. En ese orden señaló las continuidades del aparato represivo que vienen del terrorismo de estado “en la institución policial, en todo el país, y muy especialmente en Córdoba”.

Los responsables

Tras señalar al poder residual que opera para evitar el juzgamiento de “los responsables civiles, eclesiásticos, empresariales de la última dictadura” que terminan “en impunidad y en ausencia de verdad” afirmó que en este caso los responsables políticos son “el partido cordobés”,  el ex gobernador De la Sota, el actual gobernador Schiaretti, y los jueces y fiscales que llevaron esta causa, como otras, a vía muerta”.

En ese sentido recordó que como en los tiempos de la dictadura cívico militar el poder para dilatar la búsqueda “investiga a la víctima, la criminaliza,  la estigmatiza” mientras “protege y encubre a los responsables” y al sistema de impunidad que necesita de estos subterfugios para “reproducirse y garantizar su poder”. Método que fue utilizado en las desapariciones de Facundo y Santiago Maldonado.

Los bordes del estado

También nos invitó a pensar como sociedad por medio de preguntas incómodas, punzantes.

“¿Son errores, son excesos, o es un modo de actuar en los bordes del estado de derecho, de la democracia, y las instituciones y la ley, para sostener ciertos poderes de hecho?

¿Qué pasa cuando las leyes, como el código de faltas, abren la puerta a la violencia, la sancionan, la legitiman, y peor aún, cuando hay un discurso social, desde el estado, desde los medios de comunicación más poderosos que crean el caldo para la justificación y el encubrimiento?”

Desde su lugar, como universidad, asume que les toca “interrumpir la naturalización de la violencia estatal, sus legitimaciones, su ensañamiento con las víctimas”. También trabajar, militar, “tomar partido, comprometernos, intervenir públicamente, y producir saberes que corran los velos del cinismo y de la domesticación, producirlos colectivamente y colectivizarlos materialmente, en las aulas y en las calles”.

Y ratificó que “Sobre todo nos toca, como a Viviana, como a nuestra queridísima Silvia Di Toffino, que ha partido de en medio nuestro, pero que no se ha ido, no puede irse…cantar la diferencia, como quería Violeta (Parra): Yo canto a la diferencia/ que hay de lo cierto a lo falso/ De lo contrario no canto”.

*Periodista. Agencia Prensared. Fotos FFyH. Ver galería de fotos y muestra  en https://ffyh.unc.edu.ar/

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