Lo dijo Astrid Patiño Carabelli tras recibir la resolución que le restituye su identidad. El juez Hugo Vaca Narvaja destacó que estos actos reparatorios son “un efecto balsámico para quienes aspiramos un poder judicial comprometido con los derechos humanos”. Abuelas de Plaza de Mayo, filial Córdoba lo consideró como un logro.
Por Redacción*
Este viernes, en el juzgado federal n° 3, se realizó el acto reparatorio que le devuelve su personalidad original, a Astrid Patiño Carabelli, hija de Gabriela María Carabelli y Omar Nelson Patiño, exmilitantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), víctimas del plan sistemático de exterminio implantado durante la dictadura cívico-militar.
Concurrió acompañada por su hija Elisa Diani, las abogadas querellantes Marité Sánchez y Patricia Chalup, la nieta recuperada Belén Altamiranda Taranto, Camila Gómez Parodi y Marita Dono, de Abuelas.
Tras recibir la carpeta con la sentencia comentó en pocas palabras cómo convivió con dos identidades. “Yo era Astrid, y tenía que ir a Abuelas (de Plaza de Mayo) como Astrid y cuando volvía a casa, guardaba a Astrid y sacaba a Adriana (Cuello). Ese juego lo tuve que hacer 49 años. Sostener esas dos personas en mí ha sido demasiado duro, demasiado difícil, por eso ahora que por fin se ha resuelto puedo ser una. Me encontraron, me encontré y ahora me unifiqué”, manifestó.
A los 11 años, se enteró que era adoptada y que sus padres estaban desaparecidos. Fue cuando un grupo de Abuelas filial Córdoba que ya venía investigando dónde estaban los nietos y nietas secuestrados junto a alguno de los padres, se presentó un día en el domicilio y ella las atendió. Un largo proceso judicial precedió a esta sentencia. En mayo de 2022, Adriana Lucrecia Cuello se presentó como querellante patrocinada por las letradas de la institución para solicitar que la reconozcan como “Astrid Patiño” que por otra parte ya había sido reconocida por distintos magistrados y funcionarios actuantes. Por caso, en 1986, el Juez Miguel Julio Rodríguez Villafañe en una resolución “da por cierto que Astrid Patiño es la misma persona que fue adoptada por el matrimonio conformado por Ramona del Valle Vargas y Gervasio Augusto Cuello, quienes le dieron el nombre de Adriana Lucrecia Cuello”. Años después, Cristina Garzón de Lascano se expidió en el mismo sentido y López de Filoñuk pidió el archivo de las actuaciones. No obstante le llevó años lograrlo como consta en la sentencia.

Política de Estado
El juez Vaca Narvaja evaluó que “Desde una justicia que se caracteriza más por dilatar los procesos o seleccionar a los impunes, este tipo de actos tienen un efecto balsámico para quienes aspiramos a un poder judicial comprometido con los derechos humanos”.
En esa dirección precisó que “La privación de la personalidad es uno de los delitos latentes en la actualidad, que se siguen investigando como política de estado, y en lo que somos insistentes pioneros”. En cambio “En España durante la guerra civil sucedieron hechos similares y nunca se los investigó ni juzgó. Los españoles no saben dónde fue enterrado uno de sus más grandes poetas, García Lorca. Nosotros al menos intentamos no vivir en la impunidad”, señaló.

La resolución judicial declaró la nulidad de dos actas de nacimiento registradas en Capilla de los Remedios provincia de Córdoba donde había sido anotada como Adriana Lucrecia González y luego como Adriana Lucrecia Cuello, hija del matrimonio Cuello -Vargas. Abuelas consideró que este logro “revierte lo que parecía irremediable, nos enseña que la memoria y el trabajo conjunto y permanente, permiten una vez más, encontrar la verdad y la justicia”. ¡Estamos felices! proclaman en sus redes sociales.
El acto reparatorio tramitado ante el juzgado federal n°3, a través de la secretaria de derechos humanos, trata y género, a cargo de Miguel Ceballos, fue posible gracias al trabajo conjunto realizado por las letradas de Abuelas y los funcionarios del ministerio público fiscal, Facundo Trotta y Carlos Gonella.
Participaron del acto además de los nombrados el director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, Guillermo Ruibal; Leandro Nieva, de la secretaria de derechos humanos del gobierno provincial, y María Laura Villa, en representación del Archivo Provincial de la Memoria (APM).
*Agencia Prensared. Fotos Prensa Abuelas de Plaza de Mayo. Foto principal: Astrid junto a su hija.
www.prensared.org.ar

