El “Capitán” que firmaba los recibos de traslado

Continúa la etapa testimonial del juicio Videla, Rafael, y otros, ordenado por la Corte Suprema. Tras la apertura de la audiencia, se reprodujeron fragmentos de declaraciones realizadas por los hermanos Alfredo Eduardo de Breuil y Jorge de Breuil, solicitadas por la defensora pública que asiste al exmilitar Quiroga.

Por Katy García*

El juicio de lesa humanidad n° 19,  que  tramita el TOF1, continúa con la recepción de testimonios  en este proceso  que tiene  como acusados a Osvaldo César Quiroga (exmilitar) y Gustavo Rodolfo Salgado (expolicia)  absueltos durante el primer Juicio Videla y otros, en 2010. Durante la jornada se mostraron fragmentos de varias partes solicitados por la defensora pública de Quiroga.

El pasado 2 de septiembre, en la sede del TOF 3, en barrio Cofico, se realizó la audiencia programada.  En primer lugar, se navegó el vídeo digitalizado, que contiene la grabación del testimonio de Eduardo De Breuil quien relata que el 7 de agosto de 1975, fue detenido en la casa de sus padres. Esa mañana, habían acordado celebrar el cumpleaños de su hermano menor Gustavo Adolfo De Breuil (23), fusilado junto a Hugo Vaca Narvaja (h) y Arnaldo Hilario Toranzo en 1976.  Al grito de ¡Policía! ¡Abran la puerta! ingresó un grupo armado. Preguntaban por él. En la casa ya estaban Jorge, Gustavo y la madre. Tras golpearlos y esposarlos, los trasladan encapuchados con sus propias ropas. En el zaguán, se encontraba el padre y también lo llevaron  rumbo al Departamento de Informaciones (D2) donde los torturaron durante  una semana, para luego llevarlos a la penitenciaría.

Vídeo. Eduardo De Breuil, declara durante el primer juicio
Los “traslados”

El  12 de agosto de 1976,  un grupo de militares abre su celda y le dicen que salga.  Luego hacen lo mismo con Toranzo y Gustavo de Breuil. Quien ordena el procedimiento era una persona robusta, de estatura mediana y frente amplia que se expresaba con un tono de voz arrogante. Esta persona era llamada “El Capitán”, cuenta el testigo.  Bajan al piso inferior, lo retiran a Hugo Vaca Narvaja (h) y los ponen mirando  contra la pared. El paso siguiente, fue pasar por la oficina de Judiciales, atendida por mujeres, donde se hacían diferentes trámites. Cuando los vieron las chicas salieron y los  miraban “con una cara de espanto que nos hacía pensar que no nos pasaría nada bueno”, evoca.

También explicó que El Capitán no solo le pegó a Vaca Narvaja, le preguntó por unas tierras, y habló mal de su padre. Y recibió como respuesta por parte del agredido que “estaba equivocado”, y defendió a su padre, un hombre honorable.

Una vez que pisan la calle les vendan los ojos, los esposan y los suben en dos  camionetas. Tras detallar el recorrido que  el fiscal Carlos Gonella precisó durante esta  acusación recordó el testigo que pudo percibir que estaban rodeando  una rotonda, cercana  a la zona del Chateau Carreras. Después,  toman un sendero de tierra y a los 4 minutos detienen la marcha. “El Capitán”, que iba con él,  el que los retiró de la penitenciaría, le dice a la tropa: “miren por si hay moros en la costa”. Luego les ordena que preparen las armas, que tiren, y que recojan las  vainas.

Luego,  abre la puerta del vehículo, le desata los pies, lo baja y tomándolo del brazo y le dice que le va a sacar la  mordaza.  Lo primero que vio mirando hacia abajo fue el cuerpo de Vaca Narvaja. Los tres estaban boca  arriba, muertos. No vio sangre. El Capitán le preguntó si sabía  por qué los habían matado. Le contestó que no. Entonces, el militar le explicó que  era porque la organización (Montoneros) había matado a un sargento y que cada vez que ocurra les pasaría a todos lo mismo. Eduardo cree que tomaron fotos. También escuchó que decían “vamos a tirar una medalla al aire”  para decidir a cuál de los hermanos iban a matar.

Adriana Gentile, abogada querellante junto al fiscal Facundo Trotta

Después que pasó semejante masacre lo llevaron de vuelta a la UP1 con la consigna de que debía contar lo que pasó. Pese a que estaba “shockeado” les contó a todos. Cuando se enteró su hermano Jorge que había regresado, habló con un guardiacárcel para  que le permita  verlo y averiguar qué había pasado objetivo que se cumplió.  Al otro día,  por la mañana, un empleado le dijo que se quedara tranquilo porque lo haría hablar con el Prefecto José Alberto Torres, director del establecimiento. El encuentro se hizo,  Torres lo recibe, le ofrece un cigarrillo y le pide que cuente lo ocurrido. Lo hace y le pregunta si sabía “quiénes lo mataron a su hermano, a Vaca Narvaja y Toranzo”. El director le  dijo sí, que era posible, porque los encargados de retirar a los internos de la prisión debían firmar un recibo.

Una  voz que delata

El testigo lo identifica por la voz porque hablaba en todo momento. No tiene dudas que esa persona, era “el Capitán”. Aunque, no podría identificarlo en una foto, le dijo al fiscal Maximiliano Hairabedian en aquel primer juicio. “Han pasado 34 años, es mucho tiempo”, le dice en aquel momento. Además, lo vio desde un ángulo, cuando estuvieron en Judiciales unos 15 minutos y una empleada le dijo: “firme el recibo que usted  retira a los chicos”. Y lo  pudo confirmar cuando la jueza Garzón de Lascano, durante los juicios por la verdad, tomó conocimiento de que esa persona “el Capitán” era Quiroga. Un hombre mayor que él que rondaba los 32 o 33 años.

Jorge De Breuil, declara durante el Juicio  UP1

El testimonio de Jorge De Breuil impactó en 2010 por la  claridad y la  memoria excepcional que le permitía recordar fechas, nombres,  datos personales, y la capacidad para contextualizar lo ocurrido durante el terrorismo de estado, que empezó en Córdoba antes del golpe de 1976.

En este caso se se exhibieron algunos párrafos. Otros, no se  pudieron  encontrar porque faltó precisar las marcas de tiempo para avanzar o retroceder en el vídeo. No obstante, se incorporó la totalidad de la testimonial propuesta por la defensa.

Entre abril y octubre, asesinaron a 30 presos políticos que estaban a cargo de la justicia federal. 28 fueron retirados de la cárcel en tandas, los fusilaban en los alrededores y reportaban los hechos como intentos de fuga o “enfrentamientos”.  A dos, los mataron dentro de la penitenciaría. En 2010, el Tribunal juzgó y condenó a la mayoría. Quiroga y Salgado y otros tres imputados fueron absueltos. La fiscalía y la querella apelaron el fallo y  la Corte ordenó que se realice un nuevo juicio. Durante la audiencia anterior declararon tres testigos en modo presencial.

La próxima audiencia se realizará el 10 de septiembre, a las 9:30, en Tribunales Federales. Trabajan en este juicio: el tribunal integrado por Mario Martínez, Facundo Zapiola (presidente) y Cristina Edith Giordano (por zoom).Los fiscales,  Carlos Gonella, Facundo Trotta y  María Laura Bazo Queirolo. La abogada Adriana Gentile, que representa a los querellantes Eduardo De Breuil, Carolina Vaca Narvaja y Raúl Toranzo (causa Quiroga) y a Luis Alberto Urquiza (causa Gontero). La defensa está a cargo de Natalia Bazán, del ministerio de la defensa, y Luis Leguiza, abogado particular.

Familiares y público

*Periodista. Agencia Prensared. Fotos con celular. El juicio es oral y público, quienes deseen concurrir deben ser mayores de edad y llevar el DNI.

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