Siguiendo a Marx el autor alude a la cita que sostiene que la historia ocurre dos veces. Primero como tragedia y luego como farsa. Parangona la dictadura cívico militar de 1976 que impuso un plan económico a sangre y fuego de la mano de Videla y Martínez de Hoz, con el presente que a través de una alianza de ultraderecha, “neo fascista colonial”, garantiza el dominio del capital financiero, y quiere “ volver a la década del 90. En esta instancia crucial elige votar por Sergio Tomás Massa.
Por Manuel Justo Gaggero*
Habían pasado solo 3 días desde que terminara el verano en ese tórrido año 1976 cuando comencé a escuchar, ese 24 de marzo, por radio, marchas militares y un comunicado de los tres Comandantes en Jefe –Videla, Massera y Agosti – anunciando lo que ya era la “crónica de un final anunciado”; que ocuparon el Gobierno. Nosotros sabíamos, por la información obtenida por nuestros compañeros del Servicio de Inteligencia del Partido -el PRT-ERP-, que desde finales de junio de 1975, luego del “Rodrigazo”, el Partido Militar tenía tomada la decisión de desplazar a Estela Martínez de Perón y dar el golpe y la fecha prevista era ésta.
Intentamos movilizar a los partidos democráticos para conformar un Frente Antigolpista y para ello contamos con la colaboración de Agustín Tosco que viajó, clandestinamente, en julio de ese año a Buenos Aires.
Encontramos una buena recepción a la propuesta en Oscar Alende, Raúl Alfonsín, Bernardo Alberte, Héctor Cámpora y Alicia Eguren, entre otros, pero eran un obstáculo para concretar ese objetivo las dirigencias del peronismo y el radicalismo y la actitud renuente de la conducción burocrática del movimiento obrero.
Por otra parte, los empresarios y la Sociedad Rural fogoneaban a los militares instándolos a ocupar, formalmente, la Casa Rosada. Para evitar esto, además, el Estado Mayor del ERP ofreció una tregua al Gobierno planteando en la misma la liberación de los presos políticos.
Por otro lado, compañeros de los comités de base del Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS) concurrieron al acto del 17 de octubre con pancartas denunciando la asonada militar. Además, y en acuerdo con el Partido Auténtico, decidimos apoyar la fórmula Cámpora-Alende. Lamentablemente todo fue en vano; como describíamos al inicio de esta nota.
Comenzó así el período más trágico de la historia del Siglo XX que abriría los días de “noche y niebla”. 30.000 secuestrados-torturados–desaparecidos, miles de presos políticos, 150.000 exiliados para imponer un modelo económico que privilegiaba al capital financiero, que destruyó la industria, deterioró el salario real de los trabajadores, aumentó la Deuda Externa, la pobreza y la desocupación e incrementó la dependencia de los Estados Unidos.
Militares argentinos colaboraron en Centroamérica con los “contras “nicaragüenses que pretendían derrocar al Gobierno Sandinista en la Patria de Rubén Darío.
48 años después la historia vuelve a repetirse como tragedia nuevamente.
En el horizonte no se advierten movimientos castrenses los que no son necesarios en este momento ya que una alianza de la ultraderecha, con una ideología neo fascista colonial, garantiza el dominio del capital financiero, la gran burguesía agraria, las trasnacionales y el Imperio. Personificada en Javier Milei, Victoria Villarruel, Mauricio Macri y Patricia Bullrich pone en serio riesgo las libertades y derechos conquistados por nuestro pueblo. Plantea volver a la década del 90, dolarizando la economía, y privatizar las empresas públicas; incluso el mar y los ríos.
Con un anticomunismo fuera de época plantea la ruptura de relaciones diplomáticas con Brasil, la República Popular China y Cuba. Se propone arancelar la educación universitaria y una reforma educativa que ha fracasado en otros países; profundizando la desigualdad. Con un lenguaje violento anuncia que reprimirá la protesta social. Niega las violaciones a los derechos humanos del Terrorismo de Estado -1973-1983 y anuncia que indultará a los genocidas condenados por crímenes de Lesa Humanidad.
El próximo 19 de noviembre enfrenta esta ofensiva el candidato de Unión Por la Patria, Sergio Tomás Massa. Un claro exponente del peronismo burgués, como lo caracterizaría John William Cooke, expresa al centro y sus propuestas se dirigen a la recomposición del modelo capitalista “bueno”. Tenemos con esta corriente profundas diferencias. Sin embargo, garantiza el respeto al derecho a la protesta y el reconocimiento de los avances logrados en el plano de la Memoria, Verdad y Justicia.
Es una decisión difícil, pero como en 1975 debe primar la necesidad de impedir una nueva tragedia para los trabajadores y el pueblo. Por eso lo votaremos sin abandonar la lucha para lograr una Patria Liberada y una sociedad de iguales.
*Abogado y periodista. Ex Director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre “ y “Diciembre 20”. Fuente Agencia de Noticias de la CTAA Córdoba https://ctaacordoba.org/ Imagen La Opinión Austral.
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