El científico ha sido reconocido por sus contribuciones al estudio en ciencias de la madera. Más de treinta organizaciones educativas, científicas, industriales y gubernamentales son miembros de la World Academy of Sciences (IAWS) y participan en la promoción de investigaciones y prácticas científicas o tecnológicas.
Por Redacción*
El investigador Fidel Roig que pertenece al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y es director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO-Gobierno de Mendoza), fue incorporado como “miembro activo de la International Academy of Wood Science (IAWS), en reconocimiento a sus contribuciones e investigación en las ciencias de la madera”.
Se trata de la International Academy of Wood Science una institución creada en el Centre Technique du Bois de París en 1966, estableciéndose como un ámbito dedicado al estudio de los diferentes aspectos de la ciencia de la madera: biológicos, químicos, físicos e incluso de sus productos derivados y su aplicación en tecnología.
“La madera puede considerarse un “código biológico” basado en la estructura celular y cuya diversidad se sostiene por la herencia genética, la influencia del ambiente y la dinámica del crecimiento. Este fascinante universo microscópico viene siendo estudiado desde el siglo XVII hasta la actualidad, donde ha desplegado un enorme espectro temático incluyendo su composición a nivel molecular, estructural, químico y físico. Como elemento de uso universal, está vinculado a un sinnúmero de aspectos de la vida cotidiana, a través de la industria, la certificación comercial, industria del papel, construcción, y múltiples horizontes que alcanzan las aplicaciones nanotecnológicas de la celulosa”, comenta el científico, especializado en dendrocronología, disciplina científica que estudia los cambios ambientales registrados en los anillos de crecimiento anual de los árboles.
Según el científico “existe una tendencia mundial a la concentración en grandes ciudades, lo que implica un consumo masivo de energía y una mayor generación de gases de efecto invernadero, por lo que surge como desafío crear sistemas y prácticas más sostenibles y amigables con el planeta. Además, la madera de sus árboles milenarios es un fascinante facilitador para descifrar el clima del pasado, de lo cual nuestro Laboratorio de Dendrocronología e Historia Ambiental del IANIGLA está altamente especializado”, subraya el especialista.
El Conicet destaca que más de treinta organizaciones educativas, científicas, industriales y gubernamentales son miembros de la IAWS, y participan activamente en la promoción de investigaciones y en el empleo de este material sobre la base de principios y prácticas científicas o tecnológicas.
“La IAWS, en sus casi 60 años de existencia, ha logrado convocar a personalidades relevantes en la ciencia de la madera. Muchas de ellas han sido lectura obligada durante mi carrera, tales como Roni Aloni, Brian Butterfield, Albert Frey-Wyssling, Pieter Baas, Wilfred Côté, Sherwin Carlquist, por mencionar algunos, sin dejar de referirme a Fritz Schweingruber y Dieter Eckstein, quienes fueron mis orientadores doctorales”, agrega.
Finalmente el científico distinguido expresa: “me honra enormemente, pero a su vez me estimula y compromete a continuar desarrollando ciencia de la madera, interpelando a los árboles para conocer más de su ecología y su historia”, concluye el investigador.
*Fuente Área de Prensa y Comunicación CONICET Mendoza.
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