“¿Qué hace que un grupo de niños violen a una niña? ¿qué está pasando?”, la doctora en Sociología Esther Torrado cuestiona la educación patriarcal que “cosifica” a las mujeres desde que nacen. Además se refiere a “la cultura de la violación” y cómo influyen los “casos mediáticos”.
Por Andrea Domínguez Torres*
«Muchos menores empiezan a consumir porno sin haber tenido antes una relación sexual con sus iguales, por lo que podemos afirmar que hay nativos del porno», revela la doctora en Sociología y experta en violencia sexual, pornografía y prostitución, Esther Torrado, durante una entrevista con La Voz. «La pornografía es la pedagogía de la violencia sexual», continúa. (1)
«El problema es que la pornografía ahora la están viendo jóvenes menores de edad a edades muy tempranas. En nuestro estudio, que realizamos en 2022, vimos cómo la mayor parte de los consumidores son menores que empiezan a consumir a los ocho años y a los 12 ya son consumidores habituales», resalta.
El problema de crecer normalizando la pornografía es que hace que los jóvenes «sean incapaces de separar la violencia sexual que ven en el porno» y terminan por erotizar dicha violencia. Además asegura que este consumo «está teniendo repercusión en el incremento de la violencia sexual» en España y en Canarias.
Así pues, las primeras veces que un menor llega a la pornografía no lo hace de forma voluntaria. «Muchas veces la pornografía los encuentra a través de las redes», señala.
Torrado resalta la importancia de que se persiga con multas a las empresas que permitan a niños y niñas menores de edad el acceso al porno. Además, incide en la necesidad de «educar, sensibilizar y trabajar mucho» para que las «violaciones grupales o los bukkakes» no sean vistas como una práctica «normal» entre los jóvenes.
La cultura de la violación y los casos mediáticos
« ¿No es para tanto? Sí es para tanto». Esa es la pregunta-respuesta con la que Esther Torrado empezó su intervención en una ponencia que ofreció este pasado jueves en las jornadas Claves para la prevención e intervención en violencia sexual: identificación y manejo de nudos críticos, organizadas por la asociación Mararía.
En este sentido resalta que en casos mediáticos, como el de la violación de Dani Álves a una joven, «sí es para tanto, cuando se cuestiona más a la víctima que al agresor». Torrado añade que «cuando se cuestiona a la víctima públicamente se está normalizando la violencia y se está generando una cultura de la violación». Viviendo este tipo de situaciones, «las víctimas van a sentir vergüenza y miedo al entender que su experiencia va a ser cuestionada y no creída. Ese es uno de los temas que más terror le produce a una mujer agredida».
La doctora de la Universidad de La Laguna indica que «lo que hay que preguntarse es qué es lo que hace que un grupo de niños violen a una niña, ¿qué está pasando? La gente que consume porno o prostitución generalmente no son enfermos, no hay que patologizar».
En este sentido, atribuye este tipo de comportamientos a «una educación patriarcal y machista donde se cosifica y hipersexualiza a las mujeres». La única manera de acabar con ella es apostar por «una educación afectivo sexual feminista, basada en derechos humanos» y formar a las familias desde la infancia sobre lo que es la sexualidad, el sexo y la violencia y no solo «cómo ponerle un preservativo a un plátano o prevenir las enfermedades de transmisión sexual».
«Hay que formar para que cuando la pornografía llegue a un joven, sea capaz de decir esto no es sexo, yo no me puedo excitar con esto«, resalta. Torrado insiste en que si se consigue este cambio de mentalidad a través de la educación y de perseguir la difusión del porno, «los hombres dejarán de hipersexualizar a las mujeres».
Esta realidad afecta a las relaciones y la percepción que los hombres tienen con las mujeres. «Desde que nacemos mujeres ya somos objeto de deseo, vemos cómo hay pedofilia, violaciones de menores, de bebés y eso se combate con mucho trabajo de prevención y, sobre todo, con leyes que nos protejan», continúa.
La prostitución y la cosificación de la mujer
La experta en violencia sexual, pornografía y prostitución, Esther Torrado, indica que «cuando defendemos el modelo abolicionista [de la prostitución], estamos defendiendo el modelo pro derechos de las mujeres y las niñas», expone la investigadora.
La especialista defiende la abolición de la prostitución como la mejor alternativa para prevenir el consumo, evitar el incremento del tráfico y la trata de seres humanos y ofrecer otras vías a las mujeres que han sido captadas «por la fuerza de la necesidad o por la coacción».
Torrado, que es socia fundadora de la Red Académica Internacional de Estudios de la Prostitución y la Pornografía, niega que «las mujeres que están en el sistema lo estén por voluntad propia» y expone que «esa voluntariedad o ese consentimiento está viciado«.
Como directora del grupo de investigación Viosex, Torrado asegura que las mujeres que se ha encontrado en esta red no lo están por «deseo propio» y si tuvieran alternativas, o la sociedad se las ofreciera, «la mayor parte de ellas no estarían en la prostitución».
Así, razona que «si fuera una profesión como otra cualquiera sería ocupada mayoritariamente por hombres. Sin embargo está ocupada por mujeres y los demandantes son hombres, con lo cual es una institución absolutamente patriarcal«.
Mujeres jóvenes y vulnerables
Esther Torrado expone que las mujeres con recursos y otras alternativas no están en redes de prostitución. «Un elemento fundamental de captación es estar en una situación de vulnerabilidad económica, familiar o psicológica. Las mujeres pobres, sin papeles, las mujeres en situación de vulnerabilidad son las que están siendo captadas», expone.
«Estamos viendo ahora en España cómo están captando mujeres que están en centros de menores», indica. Así, pertenecer a un entorno desestructurado, con pocos recursos es un factor de riesgo. A esto se suma el papel de las redes sociales, que están sirviendo como un foco para «captar a estos menores».
Para atajar esta situación revela que la mejor manera sería perseguir el proxenetismo. Sin embargo, el Congreso de los Diputados tumbó el pasado mes de mayo una proposición para modificar el Código Penal y perseguir a los proxenetas. «Los partidos políticos no dieron la talla, lo que quiere decir que por encima de los derechos humanos y por encima de las mujeres están los intereses partidistas», resalta.
Sobre la repercusión que la Ley de Extranjería española tiene en que las mujeres extranjeras sean parte del rostro de la prostitución forzada, Torrado, que también forma parte de la Cátedra de Globalización, Migraciones y Nuevas Ciudadanías de la ULL, expone que aunque defiende «que las personas tengan derecho a migrar», no se puede utilizar a las mujeres y a la Ley de Extranjería para negarse a aprobar una ley que persiga el proxenetismo».
La experta avala la idea de crear una Ley Integral a través de un Pacto de Estado que «establezca medidas de prevención» para evitar que se sigan generando «futuros consumidores de prostitución, consumidores de pornografía y futuros agresores sexuales».
Referencia
1-La entrevistada es doctora en sociología, especializada en el campo de las desigualdades, migraciones forzadas, violencia sexual, teoría feminista y estudios de las mujeres. Es fundadora de la Red Académica Internacional de Estudios sobre Prostitución y Pornografía.
* Periodista. Fuente: Rebelión https://rebelion.org/ Original La Voz de Lanzarote (Islas Canarias) Fotos: Juan Mateos.
www.prensared.org.ar