Autovías: Paravachasca en alerta roja

El gobierno de Córdoba se empeña en una nueva y súper millonaria traza de la ruta 5 -desde Alta Gracia a Villa Ciudad de América-, en lugar de recuperar antiguos caminos y facilitar el tránsito que se genera en Villa General Belgrano. Una coartada que intenta justificar tan gravoso propósito.

Por Graciela Pedraza*

Hay acciones del actual equipo de Juan Schiaretti que generan muchas dudas. Una inteligencia cándida supone que los gobiernos en general, y el de Córdoba en particular, definen programas y proyectos de acuerdo con el común de la gente. Eso sería extraordinario, y por ser precisamente así, ocurre cada cometa Halley.

Vamos a un caso concreto, el emperramiento de esta gestión en una nueva y multimillonaria traza de la ruta 5 -desde Alta Gracia a Villa Ciudad de América-, en lugar de recuperar antiguos caminos y facilitar el tránsito de y hacia Villa General Belgrano. ¿Por qué endeudarnos en dólares en faraónicas autovías cuando existen alternativas mucho más económicas?, ¿por qué enfrentarse con gran parte de los pobladores de Paravachasca que resiste en abierta oposición? Rechazo que tiene numerosas razones.

Quien conoce medianamente la provincia, sabe que en Calamuchita hay dos caminos que pueden aliviar el tránsito de la ruta 5 en ese departamento, caballito de batalla del gobierno actual. Uno arranca en Villa General Belgrano, donde se genera el mayor tráfico, atraviesa 21 kilómetros de sierras y llega a San Agustín, sobre la autovía 36 que va desde Córdoba a Río Cuarto. El otro camino parte de la misma ruta 36 a la altura de Calmayo y termina en Santa Rosa de Calamuchita; apenas 20 kilómetros de tierra, restaurado.

Son antiguas rutas trazadas en el siglo pasado, ensanchada y mejorada la de Calmayo, y con importantes avances la de San Agustín, con enripiado que estará concluido hacia fin de año. Sobre esto último vale la pena mirar un video  que muestra los trabajos de empedrado sobre base de hormigón, desagües y defensas, al tiempo que la cámara se complace ante un panorama serrano imponente.

Avanzan los trabajos en la zona.

San Agustín es una antiquísima población -cabecera del departamento Calamuchita- que en los orígenes de la colonización estuvo rodeada de mercedes, las tierras que la corona distribuía entre los españoles. Por esa situación, siglos atrás fue posta obligada de viajeros que por el Camino Real cubrían el viaje de Córdoba hacia la región cuyana y Chile. Un pueblo amable, con historia para rescatar y bonita iglesia cuyas campanas emiten un sonido muy particular, alegre.

El intendente Iván Ortega (UPC), en diálogo con Prensared, cuenta que este camino “sale del corazón de San Agustín y une la ruta provincial 5, en Villa General Belgrano, con la autovía 36 que va a Río Cuarto. Le metemos mucha pila en esta etapa. Año tras año fuimos arreglando las partes críticas con obras de una magnitud tal, destinadas a durar años y años y años.

Primero solucionamos la bajada hacia V.G.B. con una obra de cementado que, en partes, tiene entre 25 y 30 centímetros de espesor, después seguimos con algunas lomas y ahora estamos trabajando sobre la subida llamadas El Balcón, desde donde se ve un paisaje bellísimo: el pueblo, el valle, muy turístico”.

Obreros trabajando en el empedrado.

Ortega, que lleva tres períodos como intendente, explica que “además del empedrado, hacemos una refacción completa del camino en base a una concertación del sector público y privado: nuestro municipio, Vialidad de la provincia y una empresa minera local, que hace un trabajo de ensanche de punta a punta, bajando las rocas y ampliando el camino que tiene un ancho entre once y doce metros. La tercera etapa, por comenzar, es la colocación de material ripioso sobre todo el camino, que estará óptimo para cualquier tipo de vehículos. Esto permitirá descomprimir la ruta 5 y a la vez crear un nuevo circuito, porque el camino es hermoso”.

Para el municipio, dice el intendente, el sacrificio es enorme pero vale la pena, y la sorpresa llega cuando estima que toda la obra costará unos cuarenta millones de pesos. Saquemos la cuenta, el equivalente de unos 413.194 dólares (cambio al día 4/8/2021). Agrega Ortega que sale eso “optimizando todos los recursos y con una donación de la empresa. De lo contrario, si tuviéramos que hacerlo con costos reales, esto saldría alrededor de 150 millones de pesos”.  Si consideramos que la nueva traza de la ruta 5 propuesta por Juan Schiaretti costará 48 millones de dólares, es decir cuatro mil ochocientos millones de pesos, no hay mucho para agregar, o al menos sirve para hacer una investigación más profunda.

Y hay más todavía

Sobre el camino que une Santa Rosa con Calmayo, Iván Ortega explica que “se empezó a ensanchar desde Santa Rosa, como parte de un proyecto de asfaltado de la provincia, pero esa obra quedó parada. En base a eso mi municipio, como iniciativa propia, hizo una reparación y conservación de punta a punta, hasta el paraje de Soconcho”. Y aclara que “San Agustín tiene la concesión para hacer mantenimiento, pero estos caminos son provinciales, por ende, la decisión de asfaltar un camino debería ser de la provincia, a través del ministerio de Obras Públicas”.

Entonces, si no es responsabilidad del municipio, ¿por qué lo hacen?  Ortega concluye, “porque sabemos que unir la 36 con la 5 es vital para seguir creciendo, atraer inversiones, desarrollar las economías locales, generar empleo, mano de obra, consumo…”.

Rutas alternativas de San Agustín hacia V.G.B. y de Calmayo a Santa Rosa.

Es preciso aclarar que la distancia desde Córdoba hacia Villa General Belgrano por la ruta 5, es exactamente la misma que si se empalma por la autovía 36. Por supuesto, hay que asfaltar algunos tramos, pero el costo será infinitamente menor y, sobre todo, no se sacrificará bosque nativo. Del escaso monte que aún nos queda. Y por si todo esto fuera insuficiente, ya existe una traza desde José de la Quintana a Villa Ciudad de América, de tan solo once kilómetros, que hoy por hoy recorren entusiastas ciclistas y vehículos 4×4.

El caso de la llamada autovía Paravachasca, empezará a ser debatido el próximo lunes 9 de agosto en audiencia pública (*), aunque ya existe un pedido de derogación de la ley 10733 (5) impulsado por la legisladora Luciana Echevarría.

En los fundamentos se expresa que “la nueva traza sigue avanzando sobre bosque nativo de alto nivel de conservación, sigue atravesando la cicatriz del fuego y, sobre todo, sigue sin ser debatida y consensuada de verdad con las comunidades afectadas”.

Pero no es únicamente la falta de consulta lo que despierta aversión, también el costo de esta obra de 27 kilómetros: 48 millones de dólares, a razón de un millón ochocientos mil dólares por kilómetro. Verdadero exabrupto para esta provincia que meses atrás debió reestructurar una deuda de 1.685 millones de dólares.

Cuando hay tanto dinero en juego, vale la pena recuperar la exigencia de aquellos ciudadanos de 1810: todo esto, ¿de qué se trata?

 (*) Los interesados en participar de la audiencia pública pueden llamar a los teléfonos 3547-527361/ 3547-656558/ 2944515412/ 3516519589. –

*Periodista. Agencia Prensared| Foto principal AG Noticias (El gobernador anuncia la construcción de la autovía); otras, gentileza  Municipalidad  de San Agustín. 

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