Trelew 50 años | ¡Son nuestros compañeros…!

A 50 años de la fuga y posterior masacre de 19 guerrilleros  se realizaron diversas actividades en las ciudades de Rawson y Trelew. Participaron tres generaciones de familiares, expresos de diferentes épocas, miembros de organismos de derechos humanos, funcionarios públicos y movimientos sociales. Algunos testimonios sobre las 19 flores rojas que siguen floreciendo.

Por Katy García*

Trelew, revolucionario /no has sido aplastado /Trelew, compañero
no has sido olvidado/Trelew ¡Hasta la victoria siempre!El pueblo está gritando. Del poema de Alejandro Almeida.

Desde  Córdoba viajaron más de un centenar de personas para participar de los actos en conmemoración del 50 aniversario de la fuga de 19 expresas y  expresos políticos del Instituto de Seguridad y Resocialización Unidad 6, más conocido como el penal de Rawson, de máxima seguridad. Y de la posterior masacre que se constituyó en un precedente del terrorismo de estado.

Integrantes de organismo de derechos humanos de Familiares, ex presos políticos, H.I.J.O.S. Córdoba, militantes políticos, dirigentes sindicales y trabajadores de instituciones del estado, viajaron en ómnibus y en automóviles particulares para participar de los actos centrales por los “50 años de lucha, unidad  y solidaridad”.

El domingo 21 se señalizó la cárcel de Rawson como un sitio de memoria y se colocaron placas en homenaje a expresos y expresas políticas y se realizó una visita al pabellón de celdas individuales que ocupaban en aquél momento los guerrilleros  presos.  Grupos de 50 personas, ingresaron al lugar que actualmente ocupan varones en su mayoría jóvenes bajo un régimen especial de puertas abiertas. Junto a las autoridades recibieron a los visitantes. La subsecretaria de Asuntos Penitenciarios de la Nación e interventora del Servicio Penitenciario  Federal (SPF) María Laura Garrigós de Rébori  explicó el contexto de la fuga y señaló que lo hicieron por el fondo del pabellón detrás de una pared que antes no existía.

Señalización en la Unidad 6 de Rawson. Crédito Télam

Esa misma tarde se colocó una placa en  homenaje a los abogados defensores. Juan Martín Mena, secretario de justicia,  dijo que ejercer la abogacía es un acto militante.  “Así como en el ‘72 hubo otro grupo que puso el cuerpo y la vida  por los presos en este penal, acompañando a las familias, esa enseñanza fue recogida después durante la peor dictadura cuando tuvimos más de 100 abogados detenidos desaparecidos que tienen nombre y apellido”. Y la tercera generación es “la que se puso al hombro el desarrollo, la elaboración y la estrategia para llevar adelante con éxito los juicios de lesa humanidad más importantes del mundo”. Sobre el presente donde el poder judicial está tan cuestionado por la sociedad recordó que “Ya sabemos que cuando nos apartamos de la constitución y de la ley, solo queda la barbarie”  y rescató las políticas de memoria, verdad y justicia.

Fernando Vaca Narvaja, quien fuera integrante de la conducción de Montoneros, destacó el clima que se vivía en la calle. “Vos ves que acá hay alegría, está la presencia de otras generaciones y estamos los viejos que participamos en ese momento. Pero lo importante es la continuidad de los ideales de esos compañeros que siguen plenamente vigentes”, opinó. Acerca del logro de los familiares de Camps que le entablaron un juicio civil a un  ex oficial naval en Miami expresó que “Hay una carga simbólica muy fuerte. A los 40 años, en 2012, se hizo el juicio a los genocidas. Quedó libre Roberto Bravo y se pudo refugiar en los Estados Unidos. Diez años después, los familiares pudieron romper esa línea de defensa jurídica y fue condenado. Ahora está en la plataforma de lanzamiento para ser extraditado y seguir con esa pelea”.

Julio Urien, Fernando Vaca Narvaja y Celedonio Carrizo, ex militantes  Montoneros. Foto: Edgardo Gómez.

A la noche, en el Gimnasio Municipal que estaba de bote a bote, se llevó a cabo el festival cultural que contó con las actuaciones de Las Subversas, Pato Torne con Pablo, Teresa Parodi, Alejandra Ravinovich, Las Bordadoras,  Bárbara Quintana, Víctor Heredia,  Arbolito  y Pico Silva.  Después de la vigilia  cuando eran las 03:00 de la mañana del  22, subieron al escenario familiares y organizadores. “Les confieso que cada 22 de agosto no duermo”, dijo, el “Vasco” Vaca Narvaja mientras invitaba al cantautor entrerriano Ricardo Pico Silva para hacerle  un reconocimiento especial porque bancó la movida desde las seis de la tarde. Luego agradeció a la Comisión encargada de la logística y que le puso “más laburo, más organización y más estrategia que la del 15 de agosto de 1972 porque han logrado mover a todo un  país”, elogió.

Seguidamente le pasó el micrófono a Claudia Barrionuevo, dirigenta de la CTA Autónoma de Chubut. “Lo que ustedes han hecho es histórico. Estamos muy felices de haberlos recibido y de haber podido satisfacer sus  necesidades. Gracias por la paciencia y la tolerancia”, dijo, muy emocionada. Destacó además que “este es el primer 22 de agosto con justicia y con condena a los culpables”.  A las 03:30, la hora en que fueron fusilados, se nombró desde el escenario a cada militante. Y de abajo  un potente ¡presente! brotaba del salón mientras numerosos brazos se elevaban haciendo la   V  de la victoria o los puños en  alto.  Ellos son: Alejandro Ulla, Alfredo Kohan, Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Alberto del Rey, Carlos Astudillo, Clarisa Lea Place, Eduardo Capello, Humberto Suárez, Humberto Toschi, José Ricardo Mena, María Angélica Sabelli, Mariano Pujadas, Mario Emilio Delfino, Miguel Ángel Polti, Rubén Pedro Bonnet, Susana Lesgart. Los sobrevivientes Alberto Miguel Camps (asesinado en 1977) María Antonia Berger (desaparecida en 1979) y Ricardo René Haidar (desaparecido en 1982).

Acto central

A media mañana  en el Centro Cultural por la Memoria “Viejo Aeropuerto” de Trelew se realizó un imponente  acto del que participó una nutrida comitiva conformada por  funcionarios del gobierno nacional y de otras provincias. Entre ellos, Jorge Taiana, Elizabeth Gómez Alcorta, Tristán Bauer, Juan Martín Mena,  y el secretario de derechos humanos Horacio Pietragalla Corti. También estuvieron Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora quien leyó un poema de su hijo Alejandro, y el secretario general de la CTAA Hugo “Cachorro” Godoy. En el escenario fueron ubicadas  tres generaciones de las familias de los homenajeados.  A media mañana, empezó a llegar una importante  columna de trabajadores de la economía popular enrolados en los movimientos sociales. Durante  el desarrollo circuló la emoción ante los reconocimientos y se leyó un documento titulado “50 años de lucha, unidad y solidaridad, 19 flores rojas siguen floreciendo en Memoria, Verdad y Justicia”.

Organizaciones sociales marcharon hasta el  Viejo Aeropuerto donde se realizó el acto central. Crédito Nacho Tellería.

Por la tarde,  se realizó un acto en la Base Naval donde fueron asesinados 16 presos políticos militantes de las organizaciones FAR, ERP y Montoneros, que se habían entregado a las Fuerzas Armadas en presencia de un juez y la televisión.

Voces que interpretan, interpelan y dialogan

Encarnación Díaz de Mulhall: Tenían Razón

*Ex-presa, integrante de la Comisión de Solidaridad.

Hace 50 años, cuando recibimos la noticia de los asesinatos de los  jóvenes nos sentimos muy conmocionados pero con la conciencia plena de que luchaban por cosas que aún hoy, para comprenderlos, debemos recordar. El gran desastre para la ciudadanía son los regímenes neoliberales y a ellos una serie de convicciones  los guiaban. Yo digo que quedó demostrado que tenían razón. Hoy vemos que no basta con depositar un voto en la urna, porque las grandes corporaciones, los grandes grupos económicos que llamamos el poder real, desestabilizan  y no dejen actuar a un gobierno de corte popular. Ellos lo sabían por eso accionaban”, afirmó. De cara al futuro esta mujer de 94 años, les aconseja a las juventudes que “Recuerden a los muchachos en las movilizaciones y destruyan ese intrincado sistema de  medios de comunicación moderna que lanza falsas noticias que les van copando la mente y los hace volverse apáticos, o equivocados, queriendo volver a regímenes repudiables como el nazismo o ideas similares”.

Roberto “Pecho” Bardach: La misma lucha
Pecho Bardach, con sus compañeros del PRT (el segundo de la derecha) Crédito Nacho Tellería.

Cuando pasó lo de la fuga yo estaba clandestino pero en libertad. Venimos desde Córdoba a recordar a los compañeros y a la lucha cuando se cantaba en las calles y en las movilizaciones Los guerrilleros son nuestros compañeros / ERP y montoneros son nuestros compañeros para decir que la unidad estaba en la lucha. Algunos lo hacían de una manera, otros de otra. En mi humilde opinión era una oportunidad de transformar el país pero los grandes grupos económicos y el imperio no solo asesinaban guerrilleros. En el ’76 masacraron a delegados gremiales y a estudiantes,  porque vieron venir a todo un pueblo que quería cambiar esta sociedad. Por eso estamos aquí recordándolos porque creo que la lucha que estamos llevando adelante es la misma y ellos hubieran querido que sigamos por ese camino.

Andrés Silvart: Un hito en nuestra historia
Susana Lesgart. Crédito argentina.org.ar

He sido  cuñado de Susana Lesgart. Estuve casado con la mayor de la familia, Liliana. Una familia que por cierto ha sido muy castigada porque de los cinco hermanos la única sobreviviente, Liliana, murió hace unos tres años. Los otros hermanos, Adriana, Rogelio y María Amelia, están desaparecidos. Realmente, el asesinato de Susana y de todos sus compañeros creo que fue el momento más doloroso de mi vida. Nunca he llorado tanto.

Pero quisiera agregar algo más sobre la Susy, un detalle, una anécdota, que ilustra su excepcional presencia de ánimo. Porque se ha hablado mucho del nivel de compromiso y de su personalidad. Está  todo dicho sobre eso.  Una vez contó que iba en una camioneta llevando unas cajas con un polvo blanco que tenía que ver con explosivos. De pronto se abre la puerta del vehículo, cae la la caja y se vuelca el contenido. Justo  pasa un patrullero y se detiene

-¿Qué es eso?- le dice uno de los policías.

-Soda cáustica-le responde.

-A mí me parece que sos montonera- le retruca el uniformado.

-Sí, sí, soy montonera, pero de las buenas- le dice y zafa. 

 

Me parece importantísimo que se haya conmemorado este evento en Trelew porque es una señal clara para nuestra sociedad. Que  este hecho, no haya pasado desapercibido. Que no haya quedado en la memoria como un hecho más, sino como algo trascendente, un hito en nuestra historia. Este viaje fue muy importante para mí porque después de 40 años me encontré con quien fuera mi cuñado Fernando Vaca Narvaja, su compañero.

José Haidar: Ni  víctima ni mártir, héroe

Es emocionante, es conmovedor, que haya pasado medio siglo y se siga  recordando un hecho que no solamente fue histórico y político sino fundamentalmente mediático. Porque hubo tres  sobrevivientes – René Haidar, María Antonia Berger, Alberto Camps- cuyos testimonios salieran a la luz de la mano de Paco Urondo fue lo que permitió desnudar las mentiras de un gobierno dictatorial que  se llevaba las vidas de los compañeros que luchaban por justicia y dignidad.

Quiero decir también que gracias a la supervivencia de mi viejo nosotros estamos vivos. Sobrevivió a las balas y siguió militando hasta que cae luchando contra la dictadura en 1982. Por eso para nosotros no es una víctima, no es un mártir, es un héroe.  Como jóvenes la tarea es seguir transmitiendo esa memoria y ese sentimiento de lucha y de esperanza para poder reparar un montón de cosas que esta democracia formal  aun dependiente no ha podido con la pobreza y la desindustrialización. Son las nuevas generaciones, desde el pueblo, las que  podrán hacer valer esos derechos.

Clarisa Lea Place: Llevo su nombre y la rescato desde el amor 
Crédito Prensared

Soy sobrina de Clarisa. Estoy acá para rendirle homenaje y poder reconstruir mi historia. Una de las razones principales por las que vine era hablar con quienes la conocieron. Y saber más de su personalidad. Me contaron que era muy simpática y que se juntaba con los cachivaches y eso me gusta. Me regalaron las cartas de amor que ella le escribió a un exnovio y ahí también  pude conocer sus caprichos y sus defectos. Era muy importante para mi desde lo personal porque llevo su nombre y era una forma de poder humanizarla. Siento que hoy la puedo reconstruir con ternura y rescatar la memoria desde el  encuentro y el amor.

 María de los Ángeles Salazar Santucho: Continuar lo que ellos han empezado

Soy la nieta de Ana María Villarreal y de Mario Santucho. Estoy acompañando a mi mamá y también porque desde muy niña me han enseñado la historia de ambos. Estar aquí es algo fuerte. Muchas  emociones, especialmente para mi mamá, que es  la hija menor de ellos. Hace pocos años se animó a venir y la sigo acompañando. Admiro a mis abuelos especialmente a ella, una persona única, ejemplar, tierna, que hacía tantas cosas a la vez con calma y la cabeza fría.

Desde lo político pienso que la lucha que ellos expresaban va a seguir trascendiendo por mucho tiempo porque se necesita cambiar un sistema incorrecto que sojuzga. Hasta ahora no nos animamos, pero lo interesante no es comparar sino continuar lo que ellos han empezado. A veces me preguntan si fue una derrota. No creo que haya sido. Para mí fue un punto y aparte porque la lucha sigue y este encuentro puede ser un hecho que nos motive.

Elvira Álvarez Igarzábal: Vivir contra la pared

Me considero una sobreviviente de la dictadura. Después de ser liberada en 1973 con la amnistía otorgada por (el presidente Héctor José) Cámpora una de las líneas del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT-ERP) era seguir militando en las casas operativas. De esa época tengo una historia muy tierna que reviví ahora cuando vi al hijo del Gringo Mena. Un  día estaba  amamantando a mi hijo y también lo cuidaba a Ramiro porque sus padres habían salido a realizar una actividad. Como lloraba, lo prendí al pecho y se calmó. Y ahora que lo vi me dijo: ´vos me dabas la teta’.

Elvira forma parte de los Organismos. Cordobeses posan junto al monumento. Crédito Colectivo pro viaje.

En 1971, en la cárcel de Rawson estaban presos su esposo Daniel José Segura y su hermana. “Desde 1971 que vivíamos situaciones intimidatorias,  nos requisaban las bodegas de los colectivos. A nosotras y a los más jóvenes nos ponían contra la pared. Yo digo que hace tiempo vengo así, contra la pared y estoy escribiendo sobre eso”, expresa. En 1976 los secuestraron a ambos. Daniel permanece detenido desaparecido. Ella estuvo secuestrada en el centro clandestino El Banco, en Buenos Aires y es querellante en varias causas.

Emilio Villena, secretario de derechos humanos de La Bancaria
La cronista y Villena. Crédito: Ivana Fantín.

Vine desde el Foro Sindical de derechos Humanos con quienes venimos trabajando en Córdoba. A 50 años de la conmemoración de este acontecimiento histórico donde mataron a jóvenes que querían luchar por un mundo más justo y equitativo, prisioneros políticos con quienes cualquier militante puede identificarse. Hace tiempo que en la argentina las salidas no son autoritarias. Pero hay situaciones que continúan como los vejámenes en las cárceles. Cuando visitamos el penal de Rawson el domingo estaba todo muy ordenadito y maquillado pero los testimonios y la realidad de los que viven ahí dista mucho de lo que las autoridades nos mostraron.

Jorge Chalup, secretario general de la CTAA Córdoba

Con motivo de los 50 años de la masacre de Trelew viajamos seis compañeros de la Central a participar durante los últimos tres días de las actividades que preparó la comisión de familiares. Para nosotros fue una experiencia única, muy importante no solo desde lo emocional sino de lo formativo. Volvimos muy contentos y motivados para seguir trabajando en la recuperación de la historia.

Emilio Pihen: Turismo al paso y debates pendientes

“Mi retorno a este lugar tiene una historia detrás”, anticipa Emilio Pihen, integrante de H.I.J.O.S. Córdoba, en Trelew, horas antes del festival.

Gentileza Valeria Silva H.I.J.O.S Santa Fe

Contó que mientras venía  en el bondi pensaba cómo sería el 50 aniversario del Golpe de Estado de 1976. En este caso “la memoria de Trelew te invita a seguir discutiendo sobre la tensión entre peronismo y marxismo y te lleva al límite del debate que son las organizaciones armadas. Ahí no hay debate ni con el enemigo ni con los núcleos. Es una organización combativa. Por más que digan que hubo coordinación para la fuga no es lo mismo que la unidad. Por ahí se hubiera podido dar pero hay mucha gente que no puede hablar porque está desaparecida. Por ahí se hubiera podido saldar de otra manera como en el Frente Amplio en Uruguay o la Revolución Cubana. Pero por  los efectos del terrorismo de estado hay un debate histórico político y social que no se puede dar y es la lucha armada. Y la otra discusión pendiente es cuál es la herramienta para la transformación nacional”, plantea.

En términos de memoria y como trabajador de un sitio se considera “bastante crítico en el buen sentido. Vengo al homenaje de los compañeros y también quiero conocer las ballenas, viajar  y aprender a querer a nuestro país”. No son cosas incompatibles, dice con razón.

En su niñez viajó varias veces al sur. “Cuando mi viejo -Luis Pihén- estuvo detenido en Rawson entre 1981 y 1982, con mi abuela paterna Carmen lo vinimos a visitar. En las casetas de ingreso, nos hacían entrar y el guardia cárcel me decía: nene poné la cabeza contra la pared mientras la requisaban a ella. Aquí nunca tuve visita de contacto con él. Cuando fuimos a Sierra Chica recién tomé conciencia de que la persona que estaba viendo a través del vidrio era mi papá, En Devoto donde estaba mi mamá, Eva Zamora, si tuve contacto directo”.

El Citroen AMI 8, la tía Lucía y los primos. El tío, saca la foto. Archivo familiar.

Otra vez, viajó con sus tíos Lucía y Roberto y los tres hijos  de ambos que en aquél momento tenían 6,5 y 4 años. La familia poseía un AMI 8 bastante destartalado por el uso. “Estaba partido al medio y mi tío decidió sacar los asientos de atrás para que nosotros durmiéramos. Mientras ellos manejaban toda la noche. La idea era que con mi primo Sebastián cuidáramos a Virginia y Verónica. En Las Grutas hicieron una parada en la playa. “Como es sabido en este lugar hay un ciclo de mareas. Y pasó que en una zona de rocas me caí y me golpeé la cabeza muy fuerte. Nos fuimos a Rawson, pero no nos dejaron entrar porque faltaba un papel. Y nos volvimos”.

Treinta años después, un amigo lo invitó a pasar unas vacaciones en aquél lugar y fueron con su pareja de entonces. “Cuando íbamos llegando me pareció conocido el lugar. Apenas llegué recordé que aquí a los seis años me rompí la cabeza”.

*Periodista. Agencia Prensared. Foto principal Municipalidad de Trelew.

No nos han vencido, leer el documento completo publicado días después aquí

www.prensared.org.ar