Informe sobre el desarrollo del “Primer Encuentro Nacional de secretarias y referentas de Igualdad de Oportunidades y Género de la CTA Autónoma”. El encuentro de debate se realizó el viernes pasado, en el hotel Quagliaro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Silvia León, Secretaria de Género, en la apertura del encuentro, dijo: “Esta idea de que trabajadoras somos todas pone en debate la forma de organización de las centrales sindicales”.
por Inés Hayes y Melissa Zenobi*
La reformulación del concepto de trabajo y del de salario, la necesidad de construir organizaciones libres de violencia de género, terminar con el hambre y el extractivismo, la construcción de alianzas estratégicas, las transformaciones en las relaciones de poder, y el fortalecimiento territorial, fueron los ejes centrales de una jornada que quedará en la memoria y en los cuerpos de cada compañera.
En un auditorio lleno de militancia y compromiso, se celebró el trabajo realizado en torno a la reciente implementación del Protocolo para prevenir, detectar e intervenir en situaciones de violencia y acoso de género(s) en el marco de la Central, entendiendo que es una herramienta fundamental para desterrar las practicas patriarcales que atraviesan nuestras organizaciones.
Hubo acuerdo en la potencia que tiene la lucha de las mujeres con fuerte presencia tanto en los territorios como en los sindicatos y lugares de trabajo, y el potencial que puede tener este trabajo coordinado hacia dentro de la CTA Autónoma. Para ello es preciso profundizar el debate, con espacios de formación y de construcción fraterna de organización. En este sentido, se respaldó con aplausos la propuesta de ir hacia un campamento de varios días, donde trabajar e intensificar estas lineas de acción.
Durante todo el día se debatió además en torno a los desafíos que atraviesa la Central en este momento histórico, con la importancia de que las compañeras ocupen lugares de decisión, y a pocas semanas del Encuentro Nacional de Mujeres que será en octubre en la Ciudad de La Plata. “Esta idea de que trabajadoras somos todas pone en debate la forma de organización de las centrales sindicales”, reflexionó Silvia León, Secretaria de Género de la Central, al abrir el Encuentro.
Y propuso: “Como en 1992 dimos un paso enorme en la conformación de la CTA, al incorporar a las y los trabajadores sin empleo formal y rompimos con el modelo sindical de la CGT; estamos permanentemente trabajando en esto, por eso ahora es tiempo de empezar a debatir en torno a las transformaciones que necesita nuestra central con las herramientas que nos da el feminismo ”.
Con la presencia de compañeras de CONADU Histórica, de ATE, de Buzos profesionales, del Sindicato del Cuero, del Sitosplad, de AAPM, de la FeNaT, de Che piba, del Movimiento de Barrios y Villas Latinoamericano, del Movimiento de Barrios y Villas Germán, del Frente Territorial Salvador Herrera, del Territorio del Abasto, del Foro por la Niñez, de MAR, del Centro Nacional de Jubiladas de la CTAA, el encuentro debatió sobre cómo seguir construyendo organización para luchar contra el hambre, el empobrecimiento, la reformulación de qué es el trabajo, el salario, cómo luchar contra la violencia en los lugares de trabajo, contra el extractivismo, la desocupación, cómo empezar a ocupar lugares de mayor jerarquía, entre otras cuestiones urgentes.
La Secretaria Adjunta de la CTA Autónoma, Claudia Baigorria, llevó el saludo de toda la Comisión Ejecutiva Nacional de la Central: “quiero felicitar a todas las flamantes secretarias de Género y a quienes venimos ocupando espacios de participación y protagonismo en un año tan complejo para todas nosotras”.
Asimismo celebró la certificación de autoridades que le da legalidad a la legitimidad que ya tenía la Central: “la institucionalidad para nosotres no es un dato menor. Hay una sola CTA-A, y es la que conducimos todas nosotras”. Baigorria dijo además que en estos “4 años de neoliberalismo, las más perjudicadas hemos sido las mujeres, les niñes y las y los jubilados. Cuando las crisis empiezan allá arriba, acá abajo las que primero las sufrimos somos las mujeres. Somos los y las trabajadoras las que pagamos las crisis del capitalismo, que es intrínsecamente patriarcal”.
“Chubut es el espejo y el reflejo de lo que pasa en el resto del país en las escuelas, los comedores, los hospitales, los servicios públicos”, indicó y añadió: “El feminismo no es una palabra más, hay un futuro que puede ser diferente y para eso estamos trabajando”, dijo a la vez que convocó a participar masivamente en la Jornada Nacional de Lucha convocada por la Central para el 10 de septiembre contra la crisis, el ajuste y el hambre.
A su turno, Ricardo Peidro, Secretario General de la Central, manifestó la alegría y “el orgullo de estar con las compañeras al frente de las luchas”. Y recordó: “en aquellas oscuras etapas de la dictadura, el ejemplo de las compañeras siempre fue muy valiente. Cuando estábamos en el campo de concentración, un 25 de mayo nos sacaron al patio a cantar el himno, y fue una sola voz la que se escuchó para decir ‘basta, tengan un poco de humanidad’ cuando golpeaban a un compañero por no cantar el himno; fue una mujer la que se atrevió a decirlo”, dijo el dirigente ante el aplauso de todas las presentes.
“Hay que profundizar el debate y no darnos concesión en el debate. Los tiempos no cambian por cuestiones naturales ni divinas, sino por las acciones de las mujeres y de los hombres y nuestras compañeras cumplen un rol fundamental”, afirmó Peidro.
Desendeudadas nos queremos
Verónica Gago, socióloga, feminista e integrante de Ni una Menos, realizó una brillante exposición donde trazó una genealogía, una historización de cómo entendemos que trabajadoras somos todas: no es sólo un eslogan. Ante la escucha atenta de todas, Gago propuso preguntarse qué significa la unidad desde el feminismo y se respondió: “en los últimos tiempos los feminismos están ampliando lo que entendemos por trabajo y trabajadoras. En estos años de movilizaciones, de asambleas, de qué significan los paros de mujeres, estamos haciendo eje en reconocer cómo tareas que han sido desconocidas como los trabajos de cuidado, construir territorio, las tareas sociales que reemplazan servicios públicos y la infraestructura que el Estado retiró”.
“Estamos desafiando la jerarquía de quién está adentro y quién está afuera y eso hace que la unidad sea mucho más fuerte”, dijo la socióloga y agregó: “Hay que discutir la noción de salario, hoy en día somos recolectoras de ingreso y quedamos compulsivamente obligadas a tomar deuda; está estructurado así. Se nos arma un mapa diferente de cómo se produce valor”.
Debates federales
Venida de Misiones, Alicia Rivas, secretaria de Comunicación de la Central misionera dijo: “Venimos de un Encuentro Provincial en Misiones, y ahí debatimos que entendemos y bancamos todos los modos de supervivencia –economía popular-, nosotras seguimos luchando por trabajo con derechos”. Olivia Ruiz, secretaria de Previsión Social de CTA Nacional, agregó: “Nosotras seguimos siendo trabajadoras, así nos sentimos y así lo militamos, a pesar de estar jubiladas”.
Liliana, de Abasto: “estos años han sido muy difíciles para todos los territorios, pero en los territorios más difícil aún: suba de alquileres, la cantidad de gente en situación de casa que ha aumentado un montón. Creo que el Encuentro va a ser más grande porque esta política ha sido arrasadora en todos los puntos, pero sobretodo cómo las mujeres nos vamos a parar para luchar por esta situación”.
Pamela, de San Luis, aportó: “Lo que nos trae el feminismo para redefinir el concepto de clase trabajadora. Ahí tenemos el desafío de reflexionar sobre las compañeras que viven de los planes sociales, y cómo incorporarlas como clase trabajadora”.
Por su parte, Amalia Aima, del Movimiento de Barrios y Villas Germán Abdala, dijo: “Somos muchísimas las mujeres desocupadas, y las que llevamos adelante la actividad en los comedores para solventar la situación que venimos viviendo, y los comedores terminan siendo el lugar de contención para que los pibes no estén solos y no caigan en las drogas. Desde 2001 que no pasamos lo que pasa ahora con la desocupación y la falta de trabajo. Nosotras somos trabajadoras aunque no cobremos por ello”.
Sol Winter, de CTA Capital: “la CTAA comprende un mundo muy diverso. Es muy difícil dar los debates con compañeras que vienen de realidades tan distintas. Las estatales peleamos siempre por más derechos, y las compañeras están peleando por sostener la olla. Tenemos que empezar a romper estas fronteras para empezar a construir una agenda propia de las mujeres en la Central.
Clarisa Gambera, Secretaria de Género de CTAA Capital, agregó: “Venimos del Consejo del SMVyM, y la Central ha sido parte de ese proceso entendiendo estas estrategias de conseguir salario y derechos para quienes no lo tienen. El mundo de la fragmentación a la que nos somete el mundo del trabajo y del salario, hace que la diversidad sea enorme (incluso entre las estatales: diferencia entre las municipales y las nacionales). Esas son las estrategias del poder para fragmentarnos. Hay emergencias que apremian más por eso salimos a pelear por la emergencia del hambre. La precariedad nos atraviesa a todas, más allá de las particularidades, porque es el signo de época y nos convertimos en recolectoras de ingresos”.
Teresa, del MAR contó: “Yo vengo de Cañuelas, una ciudad que está a la orilla del conurbano. No es conurbano y no es campo y está atravesada por ambas realidades. Se mezclaron y modificaron las etapas de la vida. Los chicos se quedan hasta grandes, convivimos con nuestros nietos, no podemos jubilarnos, ni parar a comer por tanto trabajo. Estamos en un momento de mucha crisis, de hambre. Vamos a tener chicos desnutridos, que no saben leer y escribir porque nacen con deficiencias nutricionales. Asique estos años se va a modificar la genética de nuestras niñas: por el hambre, los pesticidas, enfermedades, etcétera. Cada vez estamos más cerca de los extremos”.
Melina, de Catamarca, remarcó en torno a “La idea de que estamos todas precarizadas, creo que nos lleva a pensar a dónde vamos con esa unidad que construimos. Pensando que todas somos trabajadoras, a qué aspiramos, qué tiene que ser el trabajo. Todas producimos valor, pero qué tipo de valor. Nosotras trabajamos con productores, y ellos son recolectores de salario, y producen alimentos –que es lo más fundamental para garantizar la salud de los pueblos- y ellos no se reconocen como tales”, indicó a la vez que reclamó por la Emergencia Alimentaria, pero “no a cualquier costo, no con harina y soja”.
Liliana, trabajadora del Ministerio de Desarrollo Social Nación: “La reflexión me trae a pensar cuál es la noción de trabajo-empleo-patrón. Las nuevas realidades requieren pensar otra vez y poner en palabras todo lo que nos está pasando con el salario, la precarización, la pobreza que se está generando en nuestro pueblo con la pobreza estructural que se está generando en nuestro pueblo con el desguace del modelo productivo.
Bety, compañera de Formosa planteó la importancia de la: “Resignificación del concepto de trabajo, discutir esto porque es una herramienta que vamos elaborando: todas somos trabajadoras, explotadas, precarizadas, y unificarnos para darle un golpe al sistema que nos hace esto”.
En tanto que la compañera del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires: “despidos cotidianos de hombres, y por supuesto de mujeres que están superexplotadas, precarizadas. Desde esta unidad tan fabulosa que hemos conseguido en las calle, estamos en condiciones de derrotar a este gobierno.
*Periodistas, integrantes de la Secretaría de Comunicación de la CTA Autónoma
Publicación de la Agencia ACTA|Fotografía Agencia Acta
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