Taller Julio Cortázar: “Una experiencia de vida y de esperanza”

El sábado 10, a las 19, en la Plaza Colón,  se realizará una señalización y colocará una baldosa y un bastidor fijo con dos códigos QR con información sobre la historia del taller y su coordinador Roger Becerra. Será en el mismo lugar donde niñes y jóvenes se juntaban allá por los ochenta cada sábado  luego de compartir una jornada de actividades.

Por Katy García*

Desde la Mesa Provincial de Trabajo por los Derechos Humanos, invitan a participar del acto homenaje a quienes formaron parte del Taller Julio Cortázar que  tendrá lugar en la Plaza Colón, sobre la calle Rodríguez Peña donde funcionaba el espacio de contención para los hijos e hijas de víctimas del terrorismo de estado (presos y presas, exiliados/as y desaparecidos/as).  La cita es el próximo sábado 10 de diciembre, a las 19.

Junto al banco de la plaza donde niñes y jóvenes se juntaban cada sábado luego de finalizar la jornada de actividades en la casona, se realizará una señalización, se colocará una baldosa y un bastidor fijo con dos códigos QR con información sobre la historia del Taller, les fundadores y su coordinador Roger Becerra.

La pintura de Picasso, imagen  del espacio.

Esta experiencia singular nace “Frente al extenso horizonte de dolor y de muerte que el genocidio dejó en nuestra Patria, el Taller Julio Cortázar fue una experiencia de vida y de esperanza. Queríamos encontrar una propuesta de trabajo que fuera una oposición y negación de la doctrina de la Seguridad Nacional, una reconstrucción de la vida frente a las muertes que nos dejó una dictadura genocida y empezamos por la niñez”, caracteriza, Marily Piotti, en el libro Nosotras en Libertad. (1)

Desde una aproximación a la historia de los Organismos de derechos humanos, María Paula Puttini, lo define como un aporte al proceso de democratización para que “niños, niñas y adolescentes (entre 4 y 18 años) víctimas del terrorismo de Estado pudieran transitar su duelo a través del juego, las artes, el acompañamiento psicológico y médico”. A la vez, generaban “lazos de amistad y compañerismo” entre los que asistían al espacio. De esta experiencia, a mediados de los noventa nacía la Agrupación H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio-Córdoba). (2)

Pablo Balustra, uno de aquellos niños, cuenta en su nota ¿Qué fue el Taller Julio Cortázar?  que el sábado 25 de febrero de 1984 abrió sus puertas  en una casona perteneciente al MED (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos) ubicada en Obispo Trejo 772. Al año siguiente, se trasladó a Rodríguez Peña 240,  frente a la plaza Colón, donde funcionó la mayor parte del tiempo. En ese lugar  compartió con el colectivo vivencias inolvidables  “desde la libre expresión, y a través del dibujo y la pintura, apoyados por un gabinete psicológico y pediátrico al que se sumaron otras disciplinas como teatro, literatura, ecología, música, ajedrez y apoyo escolar”.  (3)

Participaron como talleristas  Silvia Plaza, Silvia Berman, Toto López, María Lidia Piotti, entre otros. Durante el acto, se mostrará una galería de imágenes con 60 fotografías que narran  la historia del taller, desde su apertura. Todes invitades.

Notas

1-Leer más aquí: https://nosotrasenlibertad.com/libroweb/taller-julio-cortazar/

2-Ver trabajo completo http://conferencias.unc.edu.ar/index.php/ponencias/ponencias2013/paper/view/1687/462    

3- Pablo es hijo de Pablo Alberto Balustra, quien estuvo alojado en la Unidad Penitencia n°1. Era delegado sindical. Por las golpizas quedó parapléjico. Junto a Jorge Oscar García, Oscar Hugo Hubert, Miguel Ángel Ceballos, Florencio Esteban Díaz y Marta Juana González de Baronetto, fueron asesinados y luego reportaron el hecho como  intento de fuga. En 2010 fueron juzgados y condenados los responsables. (Juicio Videla).

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*Agencia Prensared. Foto Infojus.

www.prensared.org.ar