En la carpa de la Feria del Libro ubicada en el Paseo Sobremonte se presentó este viernes el libro: Si te dicen que no es cierto-Memorias de la Conadep Córdoba. La obra está dedicada a las pibas y los pibes que desconocen lo que este libro cuenta y en memoria de Rubén Arroyo, quien fuera integrante de la delegación local de la Conadep.
Por Katy García*
La apertura estuvo a cargo de Ilda Bustos, secretaria general de la Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC) quien le contó a los presentes que la editorial del sindicato en general “se ha dedicado a recuperar la memoria del movimiento obrero organizado de Córdoba cuya tarea estuvo a cargo de Jorge Oscar Martínez, que ya no está y que hizo un trabajo enorme. La obra está dedicada al abogado de derechos humanos Rubén Arroyo – recientemente fallecido- quien fuera integrante de la delegación local de la Comisión Nacional sobre Desaparición de personas (Conadep). Y a las pibas y los pibes que desconocen lo que aquí se cuenta.
La idea surgió de una conversación con Mónica Ambort (1)considerando los 40 años de la Democracia y la creación de la Conadep porque “sin dudas la clase obrera fue la destinataria fundamental de ese golpe y de todo lo que acaeció después”, afirmó la gremialista. Y se comprometió a “defender las políticas de memoria, verdad y justicia: con los libros, con las acciones gremiales y como siempre ha sido, es, y será, en la calle”.
Más adelante la autora contó que mientras trabajaban la temática en el medio empezó la campaña electoral de las Paso donde un 50 por ciento eligió a la derecha que trajo un negacionismo desembozado pero como no pueden negar los hechos, ni reivindicarlos porque la sociedad no lo toleraría, entonces relativizan las cifras. Y apelan a otro argumento: “la inocencia de las víctimas. Y qué importa si fueron o no inocentes, agrega, cuando estamos defendiendo el estado de derecho y demostrando que hubo un plan sistemático de exterminio de opositores políticos”, sostuvo.
Con los testimonios de María Elena Mercado, Miguel Apontes, Silvia Chávez y Oscar Motta (sobrevivientes de aquél organismo) “recuperamos de aquellos años un debate rápido, expeditivo, sobre si se debía o no crear una delegación en esta provincia. Desde los organismos de aquella época fundamentalmente Familiares, se bregó y se insistió en que se conformara aun cuando se desconocía si estaba en el plan o no”, dice la autora del libro. La visita de Ernesto Sábato -destaca-dada la magnitud de las violaciones a los derechos humanos en esta provincia permitió que se cree una comisión que empezó a funcionar en una casa prestada muy sencilla ubicada en calle Catamarca 137. Allí trabajaron durante seis meses un grupo de notables, secretarios y funcionarios.
El libro también da cuenta de las historias de vida de cada uno de los sobrevivientes, la polémica acerca de llevar adelante una investigación Bicameral o crear la delegación que finalmente se realizó. Aborda además la participación en las visitas a los centros clandestinos de detención que habían sido denunciadas pero que había que verificar. Esto ocurría-agrega la periodista- en una Córdoba que no era ni mansa ni tranquila porque las patotas seguían siendo dueñas de las calles y de las reparticiones militares que les impedía el ingreso a los integrantes de la Conadep. Hasta que uno de ellos les recordó: Nosotros venimos en nombre del comandante en jefe de las fuerzas armadas, o sea el presidente de la nación.
Ambort subrayó el contexto de terror que rodeaba la tarea. Donde hubo bombas, amenazas y un atentado tremendo contra Rodolfo Barraco Aguirre integrante de la comisión. “Y ahí se produce un acontecimiento extraordinario que motivó la movilización de todo el espectro político, la sociedad, la oposición (…) y todos estaban en primera línea defendiendo a la democracia”.
Las cuatro personas presentes que brindaron sus testimonios para el libro agradecieron al sindicato de gráficos por la iniciativa y a quienes participaron en la producción. Cada uno le contó al público lo que sentía y pensaba en torno a esta experiencia. Coincidieron en valorar el informe y al trabajo de los organismos de derechos humanos locales.
Miguel Apontes: “Tengo que estar ahí”
Es hermano de José Antonio Apontes integrante de la Comisión Directiva del Sindicato de Trabajadores de Motores Diesel Perkins. Detenido desaparecido.
Comenzó refiriéndose a la realidad actual que muestra un desconocimiento notable sobre el pasado reciente justo cuando se cumplen 40 años de democracia. Y lo comparó con “1984 que fue muy intenso en Córdoba: era ni más ni menos el año de la transición de una dictadura. En lo particular agradezco que a pesar de las distintas posiciones radicalizadas en ese momento yo tuve la claridad de decir: tengo que estar ahí”, formando parte de la Conadep. Reconoció la valentía de los compañeros y compañeras que “fueron a ofrecer su testimonio en ese momento, después de los terribles hechos que padecieron con el aparato represivo activo”. Señaló además que el grupo generó confianza y eso ayudó a que más gente fuera a declarar.
Esos testimonios fueron “fundamentales para el Informe Nunca Más y el Juicio de las Juntas”, destaca. Y celebró la edición de este texto “nunca más oportuno en estos tiempos que se intenta retomar el discurso y el concepto de algunas fuerzas políticas de derecha”. Rescató el proceso que “logró la delegación y la unidad de todos los organismos en ese momento” que volcaron la información recopilada en años, en la Conadep. Hecho que “agilizó el trabajo”. Una de las conclusiones del informe demostró que la mayoría de los desaparecidos eran trabajadores/as.
Silvia Chávez: Mano de obra de un proyecto económico
Trabajó en el área administrativa. Era militante política. No ha tenido familiares víctimas del terrorismo.
“Hemos caminado 40 años de democracia pero hoy tenemos una serie de limitaciones como las teorías negacionistas que hablan de que hubo una guerra. Si por un segundo apoyáramos esa teoría, se supone que habría prisioneros de guerra y en ese caso estaban violando leyes internacionales”, dice, emocionada, a modo de supuesto.
“Tratan de minimizar el número, que no son 30 mil, que son 8 mil o 9 mil como si el número no fuera terrorismo de estado o genocidio”, agregó. En otro tramo afirmó que “los militares fueron la mano de obra de un proyecto económico cuyos ideólogos tienen nombre y apellido” y recomendó leer un texto titulado Responsabilidad empresarial en el terrorismo de estado donde se puede ver con claridad la complicidad con la dictadura. Para terminar leyó un fragmento del epilogo que está en el libro.
Oscar Motta: Nos ha marcado a fuego
Es hermano de Rubén Hugo Motta (25) quien trabajaba como administrativo. Estudiaba Ciencias Económicas en la UNC y militaba en la JUP- Montoneros. Detenido desaparecido.
“Fue el momento de la Conadep donde tuvimos el privilegio de haber sido convocados y empezamos a escuchar en primera persona los testimonios de las víctimas que nos contaban las terribles vivencias. Y fue tanta la demanda que los que estábamos en las distintas áreas empezamos a hacer todos los laburos y terminamos siendo un cuerpo orgánico, solidario, hermanado. Y en eso las vivencias nos han atravesado. A mí me cambió la vida. Y quienes estuvimos ahí, siempre pensamos que no estábamos por un caso particular sino por muchos y muchas. Alguna vez me preguntaron si tengo un hermano desaparecido y he dicho que tengo 30 mil compañeros y compañeras desaparecidos” (…) “Después de 40 años de democracia, pienso que la delegación ha hecho un aporte por la memoria, la verdad y la justicia. Nos ha marcado a fuego”.
María Elena Mercado: Pensar en los jóvenes
Su esposo Eduardo Tero Valverde, fue secuestrado el 24 de marzo de 1976. Detenido desaparecido. Es abogada y fue secretaria del área denuncias. “Lo mío va a ser breve”, anticipó. Tras agradecer a “los queridos gráficos y a vos Ilda”, manifestó que “Lo que nosotros hemos hecho era una obligación. Lo de ustedes no. Por eso es doblemente valorable y rescatable hablar de estas cosas, sobre todo para la juventud, para que no tengan que vivir otro tiempo de desprecio. Ojalá que logremos evitarles lo que nosotros debimos padecer”. Enfatizó que “hay que pensar en los jóvenes” para que sepan lo que ocurrió aquí, en otras provincias, y en el orden nacional.
“Es digno y destacable que sigamos recordando esa época y la lucha de todos los Organismos que luego conformarían la Conadep Córdoba. Y cerró con una reflexión sobre el genocidio, escrita por Primo Levi, sobreviviente de de Auschwitz, cuando expresó que “Frente al olvido, frente a la mentira, siento la obligación, la necesidad, el derecho de seguir contando”.
El libro tiene 224 páginas y fue editado por la editorial de la UOGC. En 12 capítulos cuenta la historia de la Conadep. El último capítulo contiene un anexo fotográfico en blanco y negro. Cabe destacar que contó además con la adhesión del Círculo Sindical de la prensa y la Comunicación (Cispren).
1-Mónica Ambort es periodista y escritora. Ha dirigido la Revista Umbrales y El Cactus. Trabajó en las redacciones de Puntal, Página 12 Córdoba, La Voz del Interior y Clarín. Escribió Juan Filloy, el escritor escondido y Córdoba historias de amor, de locura y de muerte. Es coautora de Lapsa 3142, viaje sin regreso, coeditora de Las Chicas de Puntal. También ha sido docente de periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad nacional de Córdoba (FCC-UNC).
*Periodista. Agencia Prensared. Fotos Gentileza Christian Torresi.
www.prensared.org.ar