Comenzó el juicio contra Néstor Simone y Horacio Palacios, acusados de Trata de persona con fines de explotación sexual y homicidio de Yamila Elizabeth Cuello. Durante la primera jornada se leyó el requerimiento de elevación a juicio y se tomó la indagatoria. El viernes 21, testimoniaron María Soledad Cuello, Damián López y Ramón Correa.
Por Katy García*
El jueves 20 de febrero, en el Tribunal Oral Federal n° 2, se dio inicio al juicio de Trata de personas con fines de explotación sexual y homicidio, cuya víctima es Yamila Elizabeth Cuello, desaparecida en 2009. En junio de 2005, conoció a Néstor Simone en la confitería bailable Dani. Tenía 17 años y él 39. Entablaron una relación sentimental y ése mismo año, en noviembre, empezaron a convivir en el domicilio del hombre.
Al poco tiempo quedó al descubierto que sufría violencia de género que luego se amplió con la incorporación de Ramón Horacio Palacios, hermano de crianza de Simone quienes mantenían una “estrecha relación, compartían salidas a eventos de juegos y apuestas que llamaban “el pase…”, un juego de mesa, por dinero. Ambos la involucraron en sus delitos y la usaban como medio de pago para saldar sus deudas mediante los servicios sexuales de la joven, aprovechándose de su vulnerabilidad. También la obligaron a firmar un cheque sin fondo. Simone, logró alejarla de la familia y tomó el control absoluto para someterla.

En 2008, su hermana, Soledad Cuello, junto a un grupo de amigos logró sacarla de la vivienda tras romper la puerta de ingreso donde se encontraba golpeada y encerrada. En 2009, Simone volvió a contactarla de manera esporádica y luego con mayor frecuencia desde septiembre hasta el 25 de octubre, cuando habría pasado a buscarla en las inmediaciones de la casa de la abuela, en un Renault 12, y la trasladó a la casa de su padre donde vivía. En el lugar, se encontró con Palacios y la habrían matado en presencia de Carina Da Silva, amiga de Yamila, y desechado el cuerpo. La querella y la fiscalía encuadran el hecho como delito de trata de persona y se imputó a Simone como autor y a Palacios como coautores de acuerdo al código penal.
Indagatoria
Tras la apertura del debate el juez Fabián Asís, les tomó la indagatoria recabando datos de los imputados. Simone, dijo que era remisero, estaba casado y tenía do dos hijos. No terminó la primaria y últimamente hacía tareas por tanto. No refiere enfermedades. Tiene antecedentes penales por estafa sin sentencia. Horacio Ramón Palacios, es de Cruz del Eje, tiene 4 hijos mayores de edad, primaria completa. Declaró que es mecánico y que antes era dueño de una fábrica de bloques en Córdoba. Se separó hace 9 años en malos términos. No registra, antecedentes penales. Ambos se abstuvieron de declarar.
Etapa testimonial
El pasado viernes 21 de febrero, comenzaron a declarar los testigos. María Soledad Cuello, hermana de la víctima, fue la primera en hacerlo. Contó que que durante la adolescencia fueron muy compinches con Yamila. “Salíamos a bailes y fiestas, y cuando quedé embarazada ella me ayudó cuando nacieron mis tres hijos”. La recuerda como una persona divertida, amorosa, muy solidaria y sociable. Respecto a la relación con Simone, dijo que por un lado le compraba ropa, teléfono celular, y pintaba como una relación linda hasta que después “comenzamos a ver que venía con moretones y quemaduras de cigarrillos” que tapaba con excusas como “me caí”.
24 de octubre de 2009
El 24, Yamila le pide a Soledad que lo deje ir con ella a su hijo menor para llevarlo a la casa de la abuela. Horas después, le avisó que se iba y que después irían al parque. “Le enviaba mensajes y no me contestaba” entonces por insistencia de la abuela fueron a la a comisaría del barrio. No les recibieron la denuncia porque tenía 21 años. Debían esperar 48hs. Piden entonces que las acerquen en un patrullero para constatar si estaba en la casa de Simone. Fueron pero una vecina les dijo que allí no vivía nadie que la casa se vendió. Y que lo buscaran en la casa de sus padres, a la vuelta. Allá fueron. Las atendió una mujer y les dijo que su hermana no estaba. Desde el interior de la casa un hombre le dice “no hablés más”, y cierra la puerta. “Hacía 9 meses que se había peleado de Néstor y fuimos a buscarla porque le había pegado y la dejó encerrada”. Comenzaba en cierto modo una nueva vida. Asistía al Centro Educativo de Nivel Medio para Adultos (Cecma) para terminar el secundario que había dejado durante la relación “tóxica y controladora” que mantuvo con Néstor Simone”. Se puso de novia con Damián, un compañero de la escuela secundaria, quien también declaró.
El 25 de octubre de 2009
Aquél día, se dividieron en grupos para buscarla. Mientras esperaban en la comisaría para intentar que les reciban la denuncia, su madre le dice que había estado Néstor y que había preguntado por qué fueron a su casa con la policía. Que él no sabía nada y que estaba a disposición. Pero, en realidad la seguía molestando y la hablaba por teléfono, dijo Soledad.
Con el correr de los días “la abuela me dice que Yamila había recibido una llamada y que no sabía con quién pero que discutía con alguien a quien le dijo no me trates mal porque seguramente la amenazó”. Entonces, “me queda claro que con quien habló era con Simone y que si no está ahora es por él”, dedujo. Recordó que le pedía que diga “dónde estaba mi hermana; a un año vos lo sabés, vos la sacaste. Era el único que podía manipularla y su amiga Carina”.
Quién es Carina
“La Carina fue a la casa de la abuela para preguntarle si era cierto que Yamila estaba desaparecida cuando ya habían pasado varios días. Como la abuela confiaba en ella, iba a su casa y le preguntaba qué dijeron en la comisaría, y por el celular de Yamila”. Lo buscaron juntas en la casa y lo encontraron detrás del fizzer. Con el tiempo, se supo que el teléfono lo tenía ella y que cuando lo analizaron no tenía nada. “Solo se lo prestó a Carina y de ahí empecé a pensar que ella sabía algo”. Luego le dijo al Tribunal que Simone y Carina Da Silva se conocían, porque pasaban tiempo juntas con Yamila. Una vez le insistía que fueran a su casa y después, se enteró que era porque estaba Simone. ¿Cómo se conocen?, no lo sé”, dijo la testiga.
A lo largo de estos años buscando datos se hizo amiga de “Chavero” quien le contó que Simone la hacía acostar con otros hombres. “Las amigas me decían que cuando Simone se veía en apuros, pagaba las deudas con (el cuerpo) de mi hermana”. También le comentó que solían ir al bar Los Pinos. “Él iba al mismo bar, sabía toda la movida” y que además de someterla “presumía porque salía con una pendeja”. Como si esto fuera poco “saltó la factura de una estafa, días atrás de la desaparición. Eso indica que se vieron con Simone esos días. También la usaban de ese modo, reflexionó con tristeza Soledad.
Siempre hemos sido pobres
El fiscal Gonella le preguntó cómo era la relación con la madre. Contó que vivían en la casa de la abuela donde también moraba un tío. “Éramos las más chicas”, dijo tras respirar hondo, visiblemente afectada. Retoma el relato y cuenta que su mamá se separó del padre cuando ella era una recién nacida y se van a vivir a esa casa. Pero al tiempo se van porque el tío Pedro les pegaba. En ese ínterin, la abuela la acusó “de mala madre” y se quedó con la tutela de Yamila. Con el padre tuvo escaso vínculo. Lo vio cuando cumplió 15 años, porque fue a saludarla. La madre formó otra pareja y tienen dos hijos. Acerca de la situación económica dijo que la madre trabajaba en casas de familia y que la abuela recibía una pensión. “Vivíamos con lo justo y necesario. Siempre hemos sido pobres”, redondeó.
Esclava sexual
Una de las preguntas que la quebró emocionalmente fue recordar que su hermana haya sido obligada a tener relaciones sexuales con otros hombres y con Palacio. Una amiga le contó que venía golpeada y que la prostituían. “Néstor era el que hacía los contactos y el otro (Antonio Horacio Palacio) era un segundón. Se acostó con él, porque Néstor se lo permitía.
El testimonio de Soledad fue extenso. Respondió todas las preguntas que le hicieron las partes sobre el expediente. Sobre el final comentó que Yamila tenía miedo por eso le pedían a Damián que la buscara a la salida de la escuela, durante meses. “Era para evitar que la contacte porque a veces venia golpeada. Le decía que lo denunciara pero no lo hacía porque “tenía miedo de que le haga algo a la abuela o su sobrino Benjamín. “Nosotros solo queremos justicia por mi hermana, que por lo menos podamos cerrar un capítulo, y saber dónde están sus restos”, concluyó.
Damián López: “Estaba muy asustada”
“La conocí en el barrio, éramos novios. Nos estábamos conociendo”, dijo Damián, que tenía 17 años en aquel entonces. No estuvieron mucho tiempo juntos porque si salían por ejemplo al parque o a tomar un helado ella recibía permanentes mensajes de su expareja, expresó el testigo. “Ella le tenía mucho miedo y estaba muy asustada porque de un día para otro comenzó a ponerse muy intensa la cosa”. Contó que había recibido un mensaje amenazante que decía que “si no era de él no era de nadie”. En otra declaración realizada en 2013 decía: “la noche anterior a la desaparición me dijo que estaba preocupada porque le dijo el tipo que la iba a pasar mal si no lo dejaba. Por eso decidí terminar porque yo tenía miedo”. Recordó que “siempre llevaba su teléfono Motorola gris, una extensión de su cuerpo” y que era amiga íntima de Carina y Mariano, a quienes más frecuentaba.
El testigo declaró varias veces incluso habló con un oficial durante la búsqueda que hicieron por el barrio. Presenció un interrogatorio a Carina donde observó que cada vez cambiaba las versiones. En la declaración anterior, dijo que le gustaría pensar que “la hayan secuestrado y que si algo malo le pasaba yo me centraría en Néstor por todas las amenazas que le ha hecho”.
Ramón Correa: “Se alejó de todos nosotros”
“Fuimos amigos del barrio pero después se separó de nosotros, del grupo de amigos. Nos veía rápido y se iba de la plaza donde nos juntábamos”, dijo Celeste y aclaró que no tenía problemas con que lo nombren Ramón.
“Una vez me contó que a este hombre le gustaba la timba y que hacía que se encamara con los clientes cuando perdía. Ella tenía como 16 años y él era grande. Era cuando hacían esos juegos clandestinos en barrio Villa Boedo, sostuvo. Comentó además que “se crio con la abuela pero tenía contacto con su mamá que vivía enfrente. Me contó que el tío la agarraba de los pelos, y una vez con una cadena. Por eso se va a vivir a mi casa unos días”, rememoró. Cuando “se separó por un tiempo del hombre y después volvió, le contó que le pegaba y que le dijo que si lo dejaba la iba a matar”.
“Era alegre, como siempre, de buen humor. Pero veía que estaba en otra y que no estaba con nosotros”, señaló. Antes de terminar opinó. “Para mí está muerta y creo que quien lo hizo fue Néstor porque era a quien más le temía”.
El Tribunal está conformado por José Fabián Asís (presidente), María Noel Costa y Carolina Prado (vocales). En representación del Ministerio Público fiscal, actúa el fiscal general Carlos Gonella. Abogadas querellantes: Mercedes Crespi y María de las Mercedes Esquivel quienes patrocinan al padre de víctima Abraham Cuello. Graciela Taranto, representa a María Soledad Cuello. Defensores públicos oficiales: Jorge Perano y Ana maría Blanco.
Las próximas audiencias serán el 27 y 28 de febrero, en el TOF2, ubicado en Crisol 670. El juicio es oral y público.

*Periodista. Agencia Prensared. Foto principal: sala de audiencias con todas las partes presentes. Soledad Cuello es la primera en declarar. Foto cortesía Coordinadora por la aparición de Yamila Cuello.
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