Puertas, rejas, ventanas y balcones mostrarán a lo largo del día, en todo el país, miles de pañueños blancos que simbolizan las luchas inciciadas por las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. También estarán presentes las flores rojas que representan a los 30 mil militantes populares desaparecidos durante el genocidio. Debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19, se postergó en Córdoba la tradicional marcha por el Día nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. El gobierno puso en marcha un “aislamiento social, preventivo y obligatorio” para evitar el contagio masivo y la implosión del sistema de salud. Sin burlar las reglas, este medio le propuso a un grupo de marchantes que comparta experiencias y reflexiones referidas a la movilización más importante de esta ciudad, a través de audios por WhatsApp. Habrá actividades en redes y a las 19, 30, se conocerá el documento a través de Canal 10.
Por Katy García*
Las marchas en conmemoración del Golpe de estado del 24 de marzo de 1976, crecen año tras año en masividad y son la manifestación más acabada y contundente del Nunca Más al genocidio y al neoliberalismo. Las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo encarnan la historia de lucha por memoria, verdad y justicia a lo largo de 44 años. Camino que otras generaciones eligieron transitar, con otros pañuelos y colores, por más derechos.
En esta instancia excepcional que impide que se lleve a cabo la manifestación en el espacio público, Prensared le propuso a un grupo de hombres y mujeres que tienen casi asistencia perfecta a las marchas. Este ejercicio de memoria, es apenas una muestra de un universo multitudinario se apropia de las calles. Cantan, bailan, portan las pancartas, se abrazan fuerte, lloran, charlan, y al final recuperan fuerzas en el puesto de choripán más cercano. La propuesta era contar y comentar qué significa marchar un 24M, desde cuándo lo hacen, y cómo viven esta experiencia de no poder hacerlo. Aquí los testimonios y reflexiones de de este grupo que generosamente puso en común vivencias singulares, fuertes, emotivas, alegres, y sobre todo colectivas y solidarias. Quienes aceptaron el desafío son dos periodistas, tres nietos (dos restituídos y uno que se salvó de milagro), una hija y una sobrina de víctimas de la UP1, una hija de expreso político, y un militante histórico de Hijos.
Alexis Oliva (Periodista): “Acercarnos al sueño de aquellos y aquellas treinta mil”
Participo en las marchas del 24M desde aquella tremenda movilización del 20 aniversario del golpe en 1996. Era un tiempo de plena impunidad donde el juicio y castigo a los represores parecía una utopía y quienes tratábamos de construir verdad y reclamar justicia estábamos lejos de soñar que aquella dictadura podía algún día definirse como cívico-militar-eclesial.
Condicionada por la crisis del coronavirus, la conmemoración de este año viene cargada con los desafíos de un tiempo político que exige volver a superar el negacionismo, la teoría de los “dos demonios”, el plan de miseria y el retroceso general en materia de derechos humanos impuesto por el Gobierno anterior.
El 24M sigue siendo el vigente reclamo por la aparición de los restos de los y las desaparecidos y la restitución de identidad de sus hijos e hijas apropiados por el régimen, y es también la oportunidad de generar conciencia ciudadana y fuerza popular para recuperar lo perdido y acercarnos un poco al sueño de aquellos y aquellas treinta mil.
Belén Altamiranda Taranto: “Lo importante es preservar la salud de todos”
“Soy la nieta 88, hija de Horacio Altamiranda y Rosa Taranto (detenidos desaparecidos) y gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo pude restituir mi identidad, saber quién soy, y conocer mi vínculo biológico. Este mes de marzo, de memoria, mi construcción será distinta porque atravesamos una pandemia.
Algo que nos tiene muy preocupados, porque no sabemos qué va a pasar, pero asumimos las cosas con calma, siendo precavidos y tomando conciencia. Para mí, el 24 de marzo fue el principio del fin de poder crecer con mi familia, saber quién soy cuando tenía uso de razón,. Pero no me dejaron esta opción y recién lo supe a los 29 años.
La primera vez que fui a una marcha del 24 fue después de mi restitución. Fue muy emotiva, la recuerdo, y se me pone la piel de gallina por todo lo que significó y las emociones encontradas muy a flor de piel. Antes, sabía por qué se marchaba pero nunca pude participar, porque trabajaba.
Este año no hay marcha pero se han lanzado distintas actividades y gracias a las redes sociales con el #Construimos memoria, proponemos varias opciones. Subir fotos, enviar un video haciendo el pañuelo que luego se colgará. Pienso que aa a ser un poco triste. Porque en estos días, una necesita estar con sus compañerxs, con la gente que quiere, y salir a la calle. Pero es lo que toca hoy y lo más importante es preservar la salud de todos. La conmemoración será virtual pero no por eso va a pasar desapercibida”.
Emiliano Salguero (Hijos): “De todas las marchas es la más importante del año”
“Mi primera participación fue a los 20 años del Golpe, cuando HIJOS no había cumplido un año. Habían sucedido los hechos de Semana Santa el año anterior, y en Buenos Aires se realizaba aquella histórica marcha con más de cien mil personas que marcó un hito porque ante las políticas del olvido, se instalaron las movilizaciones populares de memoria, verdad y justicia como prioridad política. En Córdoba, hubo unas mil o dos mil personas. En el ’99, cuando HIJOS asume la coordinación de la organización de la marcha a través de la creación de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos (conformada por diversos sectores del campo popular) pasó a reunir 5 mil personas. Los documentos ponían énfasis en la lucha contra la impunidad ante las leyes del perdón de Alfonsín y los indultos de Menem, en un contexto de aplicación del modelo neoliberal, del vaciamiento, y las privatizaciones.
En 2006, cuando se cumplen los 30 años, ya venían siendo masivas con 15 mil y 20 mil personas y llegaron a más de 30 mil. (…) “En los últimos años después de la muerte de Néstor Kirchner crecieron hasta sumar más de cien mil personas. De todas las marchas la del 24M es la más importante del año porque nuclea a todos sectores. Y el pañuelo blanco como bandera de todos los pañuelos y colores que existen en el país.
En lo personal he visto mucha participación de jóvenes y desde el escenario puede verse la atención que pone la gente cuando se da a conocer el documento. Es un momento de mucho respeto, donde se escucha la voz del pueblo, a través de la lectura de miembros de los Organismos y de otras organizaciones”.
Santiago Nicola: “Son 30.000”
Santiago es hijo de José Luis Nicola y Lucía Esther Molina. Tenía 45 días cuando sobrevivió a la balacera de un operativo del comando Radioeléctrico que asesinó a su padre, a Vilma Ortiz y a Gustavo Olmedo, en el Pasaje Bello, en Barrio San Vicente. Los policías acusados fueron juzgados y condenados en el marco de la Causa Montiveros. Su madre, embarazada de cinco meses, y el bebe permanecen detenidos desaparecidos. Su Abuela, Irma Molina de Ramacciotti, fue referente de Abuelas de Plaza de Mayo.
“Acá estamos, desde la cuarentena, haciendo memoria. Uf!, creo que tenía 11 años cuando fui a mi primera marcha. Éramos pocos pero intensos. Por supuesto me llevó mi abuela Irma. Pero mi presencia en ellas fue intermitente. Con el correr de los años -dependiendo de mi estado anímico y el nivel de bronca e impotencia-, fui volviendo, siempre con la guía de mi abuela que tuvo asistencia perfecta a todas mientras su cuerpo aguantó. Ahora, mis mejores marchas, sanadoras y liberadoras, fueron y son marchar con mis hijas y mi pareja rodeados de tanto afecto. Hoy no se puede, pero armamos un gran pañuelo para poner en la puerta ¡son 30000!”.
Coty De Breuil: “Un pañuelo blanco en mi puerta”
“Al principio en mi caso lo hacía con una carga de tristeza. Cuando me relacioné con los hijos e hijas y familiares de la Comisión Homenaje UP1 ese sentimiento de pesar fue cambiando porque nos juntábamos en la esquina de Avda. Colón y Jujuy para marchar juntos con familiares y amigos. Ese ritual, me encontrará este 24 de marzo, en mi departamento. Y pondré como mi familia un pañuelo blanco en la puerta”.
Recuerda que desde que cursaba la secundaria en el León XIII concurre con sus padres y hermanas y otros familiares. Gustavo de Breuil, su tío, junto a Miguel Hugo Vaca Narvaja (h)(padre de Carolina) y Arnoldo Toranzo, fueron fusilados en un enfrentamiento fraguado mientras estaban presos en la penitenciaría de Barrio San Martín. En 2010, un grupo de militares y policías, entre ellos, Luciano Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla fueron juzgados y condenados por el Tribunal Oral N°1 por delitos de lesa humanidad a 31 presos políticos.
Matías Darroux Mijalchuk (Nieto 130):”Desbordado por la emoción”
“La primera vez que participé en una marcha fue en la que se hizo en contra del 2 x1 que querían los genocidas. Hacía poco que había restituido mi identidad. Fue muy conmocionante, iba desbordado por la emoción, llevando la foto de mis padres, Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, desaparecidos en diciembre de 1977. Fui acompañado por Vane mi pareja y por Fernando Yabur un vecino que tiene un hermano desaparecido.
Fue a partir de ese momento, en 2016, en que me reencuentro con mi tío, con mi familia de origen, aunque me faltan muchas respuestas.
Hubo un gran cambio en mi interior, en mi ser. Era una persona ensimismada en el ostracismo, medio rata de biblioteca, escondiéndome de una sociedad que no me gustaba; escondiéndome de uno mismo. Y esto de marchar me hizo encontrarle un poco de sentido a la vida y desde entonces me sumé a militar desde el interior del interior, en Capilla del Monte.
Trato de construir redes con los compañeros que militan en derechos humanos, fortalecer las organizaciones de base y articular con el estado en la medida de lo posible en la búsqueda colectiva de los nietos que faltan, y de las madres que aún buscan los cuerpos de sus hijos. Además tenemos que dar este paso transgeracional a los bisnietos para llevar adelante este mensaje de memoria y de verdad”.
Ivana Fantín: “’La Marcha” que apuesta a la vida
No puedo ubicar temporalmente cuando fue mi primera marcha. Se me mezclan los años y las movilizaciones. Las de resistencia al neoliberalismo y las del 24. Creo q no es casual, la impunidad pos obediencia debida, punto final e indultos iban de la mano del plan económico de los 90. Y las marchas del 24M fueron para mí, siempre, memoria y justicia por lo que pasó durante el terrorismo de estado pero también para injusticias presentes. A la primera marcha durante el macrismo, fuimos varias las q llevábamos la imagen de milagro sala x ejemplo ¿no?
Tampoco tengo un registro preciso pero iba con mi abuelo y, seguramente, mi mamá y mi papá también. Me acuerdo que caminábamos hasta la plaza San Martín, de las fotos en blanco y negro y no terminaba de entender por qué estábamos ahí pero teníamos que estar. Me parece que eso le pasa a mi hijo ahora que me pregunta ¿cuándo vamos a la marcha mamá? Porque es “La Marcha” con mayúsculas, a la que no falté nunca. Y acá tampoco es ingenuo el término, hay una obligación de estar. Una obligación que, al mismo tiempo, es deseo de encuentro. Por eso, me parece que esta vez es difícil imaginar un 24 sin marchar.
También pensaba en lo irónico, la capacidad de los Organismos y el acompañamiento social. Pero creo que se lo debemos a ellos, esto de resignificar la muerte en vida. Porque a pesar de todo, La Marcha, es pura alegría, abrazos, encuentros. Pienso en las canciones, esa q decía Videla preso/ Menéndez preso/ Y todo el año es carnaval. O esta: Vení, mirá, los subversivos cada día somos más. Digamos que acá si pudimos escribir poesía después de La Perla. Miren sino cómo las fotos en blanco y negro se mezclan con los pibes q bailan, corren, cantan y se abrazan. Este año será difícil el no encuentro o el encuentro virtual. Pero siempre fue y seguirá siendo una marcha que apuesta a la vida. Y esta no es la excepción
Carolina Vaca Narvaja: “Un lugar de encuentro y memoria”
“Desde que tengo memoria voy a la marchas. En las primeras éramos tres gatos locos. Estaba Familiares con las pancartas y las fotos de cada uno. Nosotros íbamos y las buscábamos. Creo que hubo un suceso que nos marcó y fue el levantamiento de La Tablada y es ahí que las marchas empiezan a ser más importantes. Al principio marché con la organización HIJOS que estaba en plena organización, luego con la familia, y con la Comisión Homenaje UP1. Desde la primera, fuimos con mi vieja y cuando nacieron mis hijos –Nico en el 2000 y Agus en 2004-los llevé en cochecito. Una sola vez falté porque me había intoxicado con una mayonesa en mal estado. Y fue terrible no asistir. (…)
Es un momento muy simbólico e importante. La vamos a extrañar este año…va a ser raro. Marzo es un mes que nos atraviesa el cuerpo y los recuerdos. Pienso que marchar no tiene que ver con la militancia, tiene que ver con la familia. Son instancias de encuentro y de conciencia donde más allá de las diferencias nos aunamos en el Nunca Más por la memoria y contra el olvido.
Tito Guzmán (Periodista): “Llegué a mi casa y lloré como un chico…”
Tito Guzmán, conductor y periodista de FMSur, no recuerda bien cuándo marchó por primera vez. Le parece que fue en los años 93 y 94 cuando en la radio “se despertó mi militancia, y comencé a conocer más sobre el terrorismo de estado”. Lo que si tiene presente es el 2006. Cuando en una reunión de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, Gustavo Tissera, lo propuso como uno de los conductores del acto por los 30 años. Y así fue. Lo hizo en representación de la Ong Centro de Comunicación Popular y Asesoramiento legal (Cecopal).
“Fue muy conmovedor y emocionante para mí. Se cumplían 30 años del Golpe y los días previos habían ocurrido aprietes (al actor y ex preso político) Toto López y golpearon a la referente de Abuelas de Plaza de Mayo, Sonia Torres. Recuerdo que tenía una venda en la cabeza. Yo estaba a su lado, y temblaba de emoción hablándole a tanta gente. Cuando volvía en el bondi, recibí mensajes diciéndome que me habían visto en el escenario y en la tele. Me hubiese gustado contárselo a mi viejo pero ese mismo año, el 8 de marzo, falleció. Llegué a mi casa y lloré como un chico porque fue muy fuerte. No me voy a olvidar nunca de ese día”.
“Este 24 de marzo 2020, voy a respetar la cuarentena y desde mi casa con otros compañeros y compañeras, haremos un programa virtual”. Luego de evaluar la situación de la región y del país “tras cuatro años nefastos de neoliberalismo” dice que “nos va a costar levantar la cabeza” pero “hay que seguir luchando por el Nunca Más, ponerle el hombro a las políticas de memoria, verdad y justicia, y que los genocidas cumplan la condena que los jueces les aplicaron”.
Propuestas de Actividades #24MarchoEnCasa
Al 24 de Marzo lo construimos entre todas y todos. La Mesa de Trabajo por los derechos humanos viene promoviendo que las redes “se inunden de memoria” y que “Hagamos sentir nuestras voces. Tenemos mucho para recordar, nuestra historia es de lucha”. En otro flier anticipa un fragmento del documento: “La crisis sanitaria que estamos viviendo hoy, nos da la posibilidad de demostrar que somos un pueblo que está unido y organizado, y aunque no podemos estar en la calle nos hacemos sentir”. El texto completop se conocerá a las 19, por Canal 10.
En tanto, el pañuelazo blanco arrancó desde la medianoche con el hashtag #PañuelosConMemoria. Cada uno será colgado, atado a las rejas de las ventanas, puertas, y balcones en homenaje y reconocimiento a la lucha de las Madres y Abuelas.
Más información en Redes con memoria:
FB: MesadeTrabajo Por Los Derechos Humanos de Córdoba – https://www.facebook.com/mesadetrabajo.porlosderechoshumanosdecordoba/
IG: mesaddhhcba -https://www.instagram.com/mesaddhhcba/?igshid=1t4k327gkqrgk
Web: https://mesadetrabajoporlosddhhdecordoba.com.ar/
Twitter: Mesa de Trabajo DDHH Córdoba – @mesa_ddhhcba – https://twitter.com/mesa_ddhhcba
Desde Abuelas manifiestan que a 44 años de las ausencias “la búsqueda nos une en la lucha por el encuentro”.
130 nietxs nos acompañan! Compañeras embarazadas presentes!
#ConstruimosMemoria #MesDeLaMemoria #PañuelosConMemoria #44añosBuscandoEncontrarte
*Periodista Agencia prensared
Fotografías del archivo de Mercedes Ferreyra, de los entrevistados y de Abuelas Córdoba