“Otras plataformas”: Lecturas e investigaciones que promueven la equidad

El libro  aborda el problema de la concentración de la economía digital, las barreras y desigualdades que genera y su impacto en la precarización laboral en una economía de plataformas. Toma también casos que actúan como respuestas al capitalismo de plataformas, desde organizaciones sociales de Argentina, Brasil y EE. UU.. La propuesta es  aportar a la visibilización del sector y apostar a las políticas públicas inclusivas que atiendan y promuevan a los sectores más vulnerables que requieren presencia del Estado.  Dialogamos con la investigadora Daniela Monje, quien dirigió el proyecto.

Por Myriam Mohaded*

“Otras plataformas. Tramas de una convergencia periférica en sectores populares, cooperativos y alternativos”, es un libro que surge como resultado del trabajo del equipo de investigación de la UNC, “Industrias culturales en la convergencia: Demandas populares, Políticas, Economía y Derechos”, dirigido por la Dra. Daniela Monje y codirigido por la Mgter. Judith Gerbaldo.

El material fue editado desde el Centro de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (CEA FCS UNC) y reúne los resultados de investigaciones de 16 autores y autoras de distintas universidades argentinas.
El texto aborda la problemática de la desigualdad en materia de conectividad que quedó expuesta cuando, debido al confinamiento obligatorio, casi todas las actividades sociales debieron ser resueltas mediante tecnologías de la información. A su vez, analiza el problema de la concentración de la economía digital, las barreras y desigualdades que genera, y su impacto en la precarización laboral en una economía de plataformas.

En los diferentes trabajos, se plantea también un recorrido por casos de estudio que actúan como respuestas alternativas al “capitalismo de plataformas” desde organizaciones sociales de Argentina, Brasil y Estados Unidos.
¿Son posibles las vías alternativas más allá del dominio de Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft? ¿Es realista y sustentable pensar en Otras Plataformas?, disparan desde el equipo de investigación. Dialogamos con la investigadora Daniela Monje.

– ¿Qué se propone “Otras plataformas”?

Es un trabajo que ahonda en la convergencia mirada desde una perspectiva diferente a la habitual, ya que busca ver cómo se da ésta en sectores populares, alternativos y comunitarios. En ese sentido,  propone leer las experiencias de convergencia que desarrollan esos actores a partir de claves que, en principio, son de la economía política, la información, la comunicación y la cultura. Pero que también intenta ver los procesos de regulaciones, de ciencia política, buscando leer  no sólo experiencias  a partir de categorías teóricas sino que están en curso. En ese sentido, podríamos decir que es una investigación aplicada.

– Como ustedes reflejan en la Introducción, la pandemia dejó al descubierto las desigualdades y exclusiones que plantea las inequidades en el acceso a la conectividad. ¿Qué alternativas concretas se pueden visualizar a través de las investigaciones que llevaron adelante?

“Otras plataformas” es un libro que surge en el transcurso de la pandemia, un proyecto que desarrollamos en el 2020. Si bien teníamos algunas presunciones que nombramos convergencia periférica como la forma de gestionarla que tienen actores subalternizados en el marco del sistema mediático, lo que buscamos en relación a las prácticas fue indagar casos o experiencias que fueran significativas o singulares en el marco del sistema cooperativo, comunitario u alternativo.

En esas experiencias relevantes, podemos destacar el ejemplo de Censa que es una plataforma streaming formada por el cooperativismo; también vimos como la convergencia periférica se desarrollaba en Means TV, una plataforma cooperativa global también de distribución de contenidos audiovisuales, o la experiencia multimedia de El Resaltador.

Trabajamos también con redes comunitarias que son formas de promover conectividad e Internet a comunidades alejadas de los centros urbanos. O que, incluso, estando en estos espacios no tienen la posibilidad de ser cubiertas en términos servicios ni por las mismas cooperativas, ni por el Estado o por empresas privadas. Entonces, en el caso de las redes comunitarias nos mostró otras formas, maneras de conectarse de las comunidades a través de plataformas que no sólo desarrollan software y hardware.

Asimismo, tuvimos contacto con actores del sector de la radiodifusión comunitaria, que a lo largo de la historia de la radiodifusión en Argentina desempeñaron un papel muy importante en la disputa de los derechos de la comunicación para el sector comunitario. Vimos cómo realizan experiencias hacia la convergencia, es decir el desarrollo de propuestas que van a buscar el trabajo desde la multiplataforma o lo multimedia. También esas formas de trabajar, que son novedosas y alternativas a modelos comerciales, muestra otras estéticas y formas  de sustentabilidad.

Otras experiencias digitales relevantes son las de las agencias de noticias Jota (https://www.jota.info/) y la Pública (https://apublica.org/), dos experiencias brasileñas, de nativos digitales, que directamente se desarrollaron en el ámbito digital como medios de pago, suscripciones, con distintas formas de sustentabilidad que apuntan a otros públicos más específicos, con recorte diferente a los modelos tradicionales. La Agencia Pública, por ejemplo, ganó un premio internacional por ser un tipo de modelo de negocios que genera innovación en el sector. Y la experiencia de Means TV (https://means.tv/) nació en Detroit, EE. UU., y tiene una proyección internacional como modelo de plataforma cooperativa.

El equipo de investigación.

¿Con qué nos encontramos al mirar las periferias del ecosistema mediático? ¿Qué hay en los márgenes?

En los márgenes, en las periferias del ecosistema de medios encontramos una gran cantidad de actores, pequeños y medianos, que disputan un espacio, poseen una agenda, una estética, que emplean a diversos profesionales de distintas áreas de la comunicación y dan espacio para el trabajo de activistas vinculadas, por ejemplo, al software libre o trabajos en Tics, por ejemplo el caso de Facttic (https://facttic.org.ar).

Encontramos a muchos ciudadanos que buscan generar otras agendas, temáticas, modelar otra forma de comunicación donde no se considera la comunicación como mercancía sino más bien como espacio de construcción de ciudadanía y como alternativa al sistema capitalista de entender la comunicación como un derecho.

Un denominador común con las experiencias que recolectamos para este libro es la forma de entender la comunicación en sociedad donde no se considera la comunicación como una mercancía, o una forma de transacción desvinculada de los derechos. Esto no quiere decir que las experiencias no piensen en formas de sustentabilidad o no posean modelos de negocios para ser estables o formas de permanecer en el tiempo, pero el concepto que está en la base no es el lucro sino más bien es construir una comunicación ciudadana que tenga la posibilidad de generar otras estéticas y una agenda alternativa.

4- ¿De qué modo incide la “plataformización” en el ámbito laboral, educativo, social, en nuestra sociedad?

La plataformización de la economía y la vida es un hecho. Es algo que experimentamos en las relaciones cotidianas tanto en el plano educativo, laboral, en las relaciones interpersonales o en el entretenimiento. Hay un modo de estar en el mundo que cada vez está más vinculado a plataformas que generan servicios muy diferentes y de interacción y vínculos que en algún sentido van desplazando formas tradicionales de trabajo, relacionamiento, entretenimiento, etc..
Esto, por un lado, nos abre ventanas importantes para la interacción, pero, por otro, también nos deja en una situación de dependencia, de aislamiento. Sin lugar a dudas es un código que se extiende y forma parte de una forma del capitalismo.

Nosotros trabajamos con frecuencia el concepto “capitalismo de plataformas”, del autor Nick Srnicek, entendiendo que hay un modo de acumulación, de producción, riqueza y valor que se vincula de manera creciente, por un parte,  a las plataformas y a sus lógicas de generación de valor; y por otra, de exclusión de sujetos productivos y personas del mundo del trabajo.
También hay una cuestión vinculada a la reducción de derechos de ciertas formas de plataformización. Pensemos en ejemplos como Airbn o Uber como plataformas que ofrecen servicios, o por ejemplo las que cotidianamente usamos como motores de información y/o búsqueda como Google.

Existe una forma de generar servicios al que cada vez entran menos personas y las que ingresan tiene cada vez menos derechos laborales. Es un tema que preocupa mucho. De hecho FACCTiCS -un espacio que se reúnen cooperativas de trabajo en Tics- está buscando generar sistemas de trabajo en plataformas que puedan garantizar mejores derechos con las personas que trabajan en plataforma. En ese punto hay una dimensión que podría ser positiva, en términos de interacción y desarrollo de servicios que ofrecen las plataformas y, por otro lado, una negativa que tiene que ver con que muchos de esos espacios restringen derechos laborales, civiles o de libertad de expresión, o el resguardo de datos o informaciones personales.

Hay toda una dimensión de los derechos que está puesta en discusión y como, en general, se trata de plataformas globales, lo que ocurre a nivel del mundo no está regulado de manera homogénea, por lo cual ciertos derechos como el de la libertad de expresión,  el derecho a la intimidad o a la réplica por calumnias e injurias se aplica según los territorios. Entonces, la desterritorialización de las plataformas contrastan con las normativas de los países que quedan rezagados o limitados con lo que ya acontece en el plano de las redes o de las plataformas.

¿Es posible la construcción de plataformas públicas que den respuesta al monopolio que plantean los grandes grupos concentrados de las plataformas digitales? Mientras tanto, ¿ cómo es el rol del Estado en cuanto hacedor de políticas públicas para garantizar el ecosistema de medios?

Con relación a la creación de plataformas públicas el Estado avanzó con distribuir plataformas de reparto de contenidos. La plataforma Contar (https://www.cont.ar/), por ejemplo, es una forma que tuvo el Estado de generar una alternativa con contenidos nacionales o regionales de calidad que se puede acceder de manera gratuita y tiene un origen en los repositorios públicos del Estado argentino. Ése es un muy buen ejemplo de lo que se puede hacer, pero también hay muchas otras posibilidades de desarrollar plataformas que tengan la posibilidad de brindar servicios alternativos a las grandes empresas comerciales.

Una plataforma educativa muy interesante, que de hecho tuvo una vigencia y uso sustantivo en la pandemia, es la plataforma Seguimos Educando(https://www.educ.ar/). Ese también es un gran ejemplo en cómo puede trabajar desde el Estado en áreas de interés ciudadano y, también, articulando plataforma con medios tradicionales se puede generar un servicio público esencial, en situación crítica y de emergencia, como en este caso fue la educación. Pero, también pueden generarse plataforma de salud, que no se reducirían a una aplicación Cuidar sino a profesionales y ciudadanos de todo el país.

Creo que es un camino por hacer… que en la medida se puedan considerar las Tics como servicios esenciales, es posible que tengamos una manera más próxima en el tiempo de acceder a nuevas plataformas públicas en áreas esenciales.

Por el momento, el Estado está haciendo algunos pasos interesantes en torno a educación y ha tenido su espacio, desde hace unos años, en la producción de contenidos ficcionales pero también podrían darse en otras áreas de interés para la ciudadanía. Entonces, pienso que es un espacio en construcción.

En la medida que los ciudadanos puedan tener acceso a tecnologías infocomunicacionales y que éstas se vinculen a políticas de desarrollo ciudadano se podrá avanzar en plataformas públicas que, de alguna manera, generen un contraste o diferencia en relación a la oferta de pago que es preponderante y hegemónica. Y bueno, en ese ecosistema de medios, las otras plataformas que aludimos en nuestro trabajo son intentos que no son estatales sino que provienen de las organizaciones sociales, de sectores comunitarios, alternativos, cooperativos y populares que muestran otros modos de hacer, pensar en la ciudadanía de manera plena.

*Periodista| Fuente: Centro de Documentación

Imágenes: Gentileza Judith Gerbaldo.

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