La nueva Defensora del Público, Miriam Lewin, afirmó que viene a ponerse al servicio de “audiencias activas y diversas”. Agregó que en este contexto de pandemia llevará a cabo una gestión participativa y de puertas abiertas, con nuevas propuestas para ampliar las competencias del organismo público. Ejercerá la función durante cuatro años. Texto completo de la Carta abierta.
Por Redacción*
La periodista Miriam Lewin fue designada Defensora del Público, por resolución conjunta de ambas Cámaras del Congreso de la Nación, a propuesta de la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, las Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización, como establece la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Lewin, con amplia experiencia , sobre todo en periodismo de investigación en radio, televisión y medios gráficos y digitales, es autora de seis libros, algunos de ellos traducidos a otros idiomas. Fue tallerista y dio conferencias en el exterior. Sus investigaciones tuvieron repercusión en la Argentina y en el mundo. También participó en la producción de documentales y actualmente uno de sus libros está en proceso de convertirse en serie televisiva.
Al asumir, la Defensora expresó su intención de esforzarse para poner la Defensoría de pie, “al servicio de las audiencias, sobre todo aquellas que tienen menos posibilidad de hacer oír sus voces en los medios de comunicación. Queremos audiencias activas y diversas. La comunicación debe ser un derecho en la Argentina, tal como lo plasmó en el 2009 la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, con la lucha y el trabajo de muchos sectores. Voy a convocar a todas y todos los que hicieron posible que estemos iniciando esta nueva gestión, en un organismo normalizado”.
Lewin llega a una Defensoría que sufrió años de vaciamiento institucional, tras un período de acefalía y una intervención, en el 2018, que la llevó a una parálisis casi total. “Nos encontramos con muchas/os trabajadoras/os con alta capacitación y propuestas de acción que lograron vencer el inmovilismo, manteniendo vivo, pese a todo, el espíritu de la Ley”, declaró.
El 14 de noviembre de 2012, con la aprobación de la amplia mayoría de la Cámara de Diputados y Senadores, se designó a la primera Defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, la también periodista Cynthia Ottaviano, quien construyó junto a su equipo de trabajo un organismo federal, único en el mundo por sus características.
“Recuperaremos las líneas de acción y el ímpetu de esa gestión, e incorporaremos nuevas, adaptándonos al desafío actual de la pandemia. Queremos que la Defensoría se constituya en el instrumento que el público conozca y use para hacer valer sus derechos en los medios de comunicación. Un organismo efectivamente federal y ágil. Vamos a trabajar también mano a mano con periodistas de los medios comerciales , que están muy preocupadas/os por las condiciones en que se desempeñan y se manifiestan abiertas/os a y construir herramientas que les ayuden a optimizar sus capacidades”.
“Llegamos con entusiasmo, muchos planes y la intención de ampliar las competencias del organismo, articulando con otros ámbitos del Estado y de la sociedad civil. Vamos a llevar adelante una gestión democrática y participativa, de puertas abiertas a las/os comunicadores, medios comunitarios , cooperativos y de pueblos originarios, universidades y escuelas, trabajadoras y trabajadores de la industria audiovisual, y a toda la población”.
Carta Abierta
La flamante funcionaria dio a conocer en el siguiente texto cuenta cómo encontró al organismo y qué objetivos se propone cumplir durante su gestión.
“Soy Miriam Lewin, Defensora del Público. Asumo esta tarea con entusiasmo, orgullo y responsabilidad. Junto a mi equipo y todas/os los trabajadores de la Defensoría nos comprometemos a llevar adelante una gestión democrática y participativa, de puertas abiertas a las/os comunicadores y todos los sectores de la población, sobre todo a quienes históricamente sufrieron la vulneración de derechos. Lo hago, además, en un contexto especial, en medio de este aislamiento social en el que nos encontramos para resguardar la salud de todas y todos.
Llegamos a una Defensoría del Público que sufrió un fuerte desgaste en años de vaciamiento institucional, inicialmente sin designación de un/a Defensor/a y después, con una intervención que la llevó a una parálisis casi total. Un organismo donde, afortunadamente, encontramos a muchas/os trabajadoras/es con alta capacitación y conocimiento y que con propuestas de acción vencieron el inmovilismo manteniendo vivo, pese a todo, el espíritu de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522, que creó y dio funciones a este organismo.
Venimos a poner la Defensoría nuevamente de pie. Para que esté al servicio de las audiencias, sobre todo de aquellas que tienen menos posibilidad de hacer oír sus voces en los medios de comunicación. Y queremos hacerlo junto a quienes trabajaron arduamente para que la comunicación sea un derecho, el que se plasmó en 2009 con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Fue esa lucha por el derecho a la comunicación la que hizo posible que hoy estemos iniciando esta nueva gestión.
Llegamos con entusiasmo, nuevas propuestas y la intención de ampliar las competencias del organismo, articulando con otros ámbitos del Estado y de la sociedad civil.
Una de nuestras prioridades será federalizar la Defensoría. No sólo en el momento de las audiencias, uno de los pilares de ese federalismo, sino recibiendo denuncias, realizando capacitaciones, coordinando acciones con las organizaciones territoriales y llegando hasta el último punto del país con herramientas, para que el saber no quede en manos de una minoría.
Vamos a ponernos a la altura de lo que la sociedad reclama, en materia de género y de defensa de las mujeres frente a la violencia simbólica y mediática, aunando esfuerzos con las tareas de capacitación, denuncias y monitoreo que realizan los observatorios del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el INADI y el ENACOM, acompañando el reclamo de una Ley de Paridad y el cupo trans también en los medios.
Queremos profundizar las acciones para fortalecer el derecho a la comunicación de niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, mujeres y pueblos originarios, migrantes, personas privadas de la libertad, con consumos problemáticos, en los hospitales de salud mental, personas con discapacidad, afrodescendientes, habitantes de barrios populares y otros sectores vulnerados.
Trabajaremos a la par de periodistas de todos los medios para promover una comunicación profesional, responsable. Sabemos que hay preocupación en las redacciones por el descrédito, consecuencia de mala praxis periodística. Hay avidez de formación, de consultoría autorizada. Pero también sabemos que es fundamental mejorar las condiciones de trabajo, erradicar la precarización laboral. Por eso, comprometeremos en la tarea a los sindicatos, las empresas, las redacciones y las universidades.
Estaremos asistiendo y capacitando a las/os comunicadores populares, de los pueblos originarios y los que pueblan de contenidos los medios sin fines de lucro.
Sumaremos, al esfuerzo colectivo, a las productoras, directoras/es, actores y actrices, publicistas, creativos audiovisuales, músicas/os y guionistas, para la promoción de una sólida industria nacional de generación de contenidos de ficción con una mirada inclusiva y diversa.
Todas y todos juntos, para construir una comunicación democrática y participativa, donde haya lugar para todas las voces, todas las imágenes y todas las miradas.”
Fuente: Prensa Defensoría del Público.
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