El Tribunal resolvió por unanimidad condenar al abogado Jorge Alberto Agüero como autor penalmente responsable del delito de falso testimonio e imponerle la pena de un año y seis meses de prisión, de ejecución condicional; inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena, y costas. Los fundamentos serán dados a conocer el 2 de diciembre próximo.
Por Redacción
En la sala de audiencias del piso 10 de la torre de Tribunales Federales culminó el juicio por falso testimonio agravado al abogado defensor que en 2008 acusó a los jueces Jaime Díaz Gavier, Vicente Muscará y Carlos Otero Álvarez, de haber cobrado una coima de 15 millones de pesos para condenar a los represores. Asimismo, había afirmado que la sentencia no había sido redactada por los jueces y que uno de ellos-Carlos Otero Álvarez- había manifestado su arrepentimiento por lo ocurrido.

El letrado estaba acusado de haber mentido bajo fe de juramento, como testigo, que los jueces habían cobrado 5 millones cada uno cuestión que se confirmó no era real. Los fundamentos serán dados a conocer dentro de los cinco días hábiles subsiguientes.
El fiscal Carlos Gonella había solicitado tres años de prisión. No obstante manifestó su conformidad con el fallo que se acogió a la figura básica que es el falso testimonio.
El Tribunal Oral Federal N°2 (TOF2), conformado para este caso, por Juan Carlos Reinaga, Eduardo Avalos y Liliana Navarro, todos subrogantes, condenó al acusado Jorge Alberto Agüero “como autor penalmente responsable del delito de falso testimonio, previsto y penado por el art. 275 1er párrafo del C.P. y art. 45 del C.P. , a la pena de un año y seis meses de presión en forma de ejecución condicional (art. 26 del C.P.), e inhabilitación absoluta prevista por el art. 19 del C.P. por el doble tiempo de la condena ( conforme art. 275 último párrafo del C.P. ) y costas”.
Según la requisitoria realizada por el fiscal Maximiliano Hairabedián, en 2008, la falsa acusación sostenía que los jueces habían exigido una coima de 15 millones de pesos que les fue entregada en una valija. Además, dijo, que (Carlos) Otero Álvarez le había dicho a él y a su defendido Jorge Acosta -condenado por crímenes de lesa humanidad, en la causa Brandalisis-que “estaba arrepentido” de lo ocurrido.
El acusado se convirtió en un personaje mediático y bizarro cuando incursionó en 2006 en la política y se mostró como candidato a gobernador portando armas largas y promoviendo su libre uso para la defensa personal.
Fuente: Prensa TOF 2|
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