Lo hizo a través de su cuenta de Twitter. Se solidariza con la periodista Paula Hernández (trabajadora de Radio nacional Córdoba) y sus colegas Florencia Alcaraz, Ingrid Beck, Juan Elman, Paula Rodríguez y Soledad Vallejos, que recibieron agravios y amenazas tras la publicación de una investigación que “actualiza los vínculos locales e internacionales de la reacción conservadora”.
Por Redacción*
Las periodistas que trabajan en diferentes medios se unieron para investigar “las relaciones entre grupos y personas que en los últimos tres años influyeron en la agenda pública con una militancia principalmente antiderechos”. Apenas salió publicada una parte del trabajo sectores reaccionarios atacaron violentamente a las trabajadoras de prensa que realizaron la investigación de manera colaborativa y en equipo. El link donde se publicó está caído.
El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba manifiesta en un hilo su solidaridad y sostiene: “Defendemos el derecho a la Libertad de Expresión y el libre ejercicio de nuestro oficio para garantizar el derecho a la información de nuestro pueblo”. Al mismo tiempo “pone a disposición todos los medios gremiales y legales para resguardar el libre ejercicio del periodismo”.
Solidaridad con la compañera periodista @PaulidelSur y lxs colegas @florenciaalcaraz @SoleVallejos @juan_elman @madrebotinera y @soyingridbeck en respuesta a los agravios y amenazas en el marco de la publicación de la investigación #LasReaccionConservadora
— Cispren (@Cispren) June 15, 2021
El diarioar.com da cuenta del proyecto explicado por las autoras del cual reproducimos varios fragmentos.
Motivadas por “el avance cada vez más evidente de la llamada reacción conservadora en la Argentina y en el mundo, un movimiento con actores en algunos casos identificables con claridad y, en otros, de más difícil clasificación”, encararon y publicaron el trabajo “La reacción conservadora en Argentina”. Así lo presentan:
“Nos propusimos, mostrar cómo, a veces orgánicamente y otras de manera casual o espontánea, estos actores se conectan entre sí a partir, y sobre todo, de consignas y militancia antigénero, de la búsqueda de enemigos comunes -las defensoras y defensores de derechos humanos, las y los partidarios de la intervención del Estado, las feministas y demás representantes del progresismo- y con el objetivo, a veces manifiesto y otras, subterráneo- de promover a sus cuadros y referentes políticos para que ocupen espacios de decisión en los poderes del Estado, en los medios de comunicación o, simplemente, frente a la opinión pública”, cuentan las periodistas, en la mencionada nota.
Tras conseguir financiamiento avanzaron en la investigación y el durante 2020 en plena pandemia. Tal situación, dicen, motivó un cambio de planes “por la imposibilidad de recorrer territorios o de realizar más entrevistas presenciales”. No obstante, la crisis sanitaria y el aislamiento “permitieron observar, como en una suerte de laboratorio, la actuación de estos grupos y comprobar que el pegamento que los une trasciende la frontera de los derechos sexuales y reproductivos y alcanza otras reivindicaciones. Esperamos haber hecho un aporte para entender un poco más sobre este fenómeno local y sus conexiones en el mundo, que llame la atención de quienes aún lo minimizan y que sea el puntapié para más trabajos periodísticos que puedan sostenerse en el tiempo.
“El trabajo fue pensado, desde el inicio, como un mapa que se arma a modo de rompecabezas. Las distintas piezas permiten ver cómo se mueve esta articulación conservadora en la Argentina desde distintos espacios: el de la formación de cuadros jóvenes, el del lobby parlamentario, el del litigio estratégico, el de las redes sociales, el del poder evangélico, el de la derecha católica –más o menos enmascarada en organizaciones seculares y núcleos académicos- y la obstaculización de derechos sexuales y reproductivos o batalla contra la “ideología de género” como frente común”.
Las piezas de este puzzle se arman en la visualización: ahí se ven las interacciones de estos grupos, en algunos casos organizados y, en otros, inorgánicos pero funcionales entre sí.
Finalmente, la línea de tiempo, permite poner en contexto este movimiento desde un origen relativamente arbitrario —los años en que surge del Vaticano el concepto de “ideología de género” como reacción a los avances feministas y lgbt en los foros internacionales-, hasta la actualidad”.
Fuente: eldiarioar.com y Agencia Prensared| Imagen: captura de pantalla de la publicación.
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