Una resolución del Miniterio de salud habilitó el código rojo en la provincia de Córdoba. Se trata de la atención domiciliaria de pacientes con coronavirus positivos y post coronavirus que incluye la provisión de oxígeno en sus viviendas. Fuertes críticas de la Unión de Trabajadores de la salud y de la Multisectorial de la Salud . El notable incumplimiento de las “(no) medidas”.
Por José Fernández*
Córdoba amanece con 39 nuevas muertes, el sistema de salud colapsado con un 83,1% de ocupación de camas de unidades para adultos Covid-19. Las pérdidas de vidas en un mes en nuestra provincia fueron de 754 personas fallecidas. El gobierno perdido en su laberinto negacionista se prepara para aplicar el “Código Rojo”, una desesperada medida de arrojar lastre para mantenerse en flote.
En el último mes los casos, internaciones y muertes no han parado de crecer y las supuestas mesetas sencillamente no existen. El 9 de mayo se anunciaban 1152 nuevos casos con una ocupación de 39,4% de camas covid y 5 muertes aquel domingo. Los nuevos casos informados ayer cuadriplican los del domingo 9 de mayo, arrojando 4030 personas enfermas y la ocupación de camas covid del 85,4% de las cuales más del 21% se encuentran con asistencia respiratoria mecánica.
Abundan en las redes testimonios del no cumplimiento de las medidas de restricción. Cualquiera que viva en Córdoba capital o el gran Córdoba puede dar fe de ello. Limitándose la “aplicación de medidas” a lugares céntricos para generar un clima supuesto de cumplimiento de las restricciones.
Sobre el efecto de estas (no) medidas, la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) señaló que “Estas medidas de restricción parciales no sirven para disminuir rápida y efectivamente la circulación viral y los contagios, sólo agravan el malhumor social y el empobrecimiento de las y los trabajadores más precarizados”.
Nuevas alertas se disparan desde profesionales de la salud, ante la aplicación del desconocido “Código Rojo”, más dudas que certezas sobre su viabilidad y más certezas que dudas sobre el estado de indefensión en que quedaran las personas que sean derivadas a sus hogares.
Hasta el momento solo se conoce la Resolución del Ministerio de Salud que dice: “Creáse el Módulo Especial el cual se denominará Código Rojo: Módulo de atención domiciliaria para pacientes con diagnóstico de Covid 19 positivo y pacientes post Covid 19″. Previendo “la provisión de oxígeno de uso domiciliario, en caso de corresponder”.
Sobre esta resolución desde UTS se expresó enfáticamente: “Esto aumenta los riesgos porque aunque sea con asistencia, la casa no es un hospital. Además en el sistema público no hay personal suficiente para brindar esa asistencia. O sea que la medida del gobierno va a significar más precarización laboral y un negocio para empresas privadas. Precarización que ya sufrimos los trabajadores con una exigente sobrecarga laboral”.
El escenario es de tal magnitud que la semana pasada, la Multisectorial de la Salud envió una carta pública al Ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, donde dejaron asentada la eximición de responsabilidades de las/los profesionales de salud ante la falta de respiradores que, “serán insuficientes en tiempo próximo por la enorme demanda”. A la vez, volvieron a reclamar incorporación de personal.
El desoír, negar, priorizar intereses económicos sobre la vida, el ser parte de una disputa política electoral en desmarcarse de las políticas sanitarias del gobierno nacional, o sencillamente el cordobesismo, es lo que nos ha dejado una Córdoba que amanece en Código Rojo, sin respuestas y con la agonía de una pandemia que hace pagar con nuestras vidas, las medidas especulativas impartidas desde El Panal.
*Periodista. Imagen ilustrativa Reuters
www.prensared.org.ar