Una masiva concentración de oyentes y trabajadores puso en crisis la estrategia de ajuste del rector de la UNC en los SRT. El apagón informativo se extiende también a Radio Nacional Córdoba.
Por Guillermo Posada*
El ajuste impulsado por el rector Jhon Boretto en el Multimedio SRT, con el apoyo mayoritario del Consejo Superior de la UNC, sufrió un fuerte golpe de legitimidad a fines de julio, cuando una multitud de miles de oyentes y televidentes de la señal universitaria participaron de un festival solidario con la lucha de los trabajadores para frenar el desguace de la emisora.
Los organizadores calcularon en alrededor de 15 mil los asistentes al acto convocado en la Baja del Dante del Parque Sarmiento, cuya presencia se replicó en redes sociales y significó un profundo llamado de atención a la conducción radical de la universidad. Artistas de todos los colores, entre los que se destacaron figuras como el popular Raly Barrionuevo o el Dúo Coplanacu, formaron parte de esa convocatoria, levantando los ánimos entre los trabajadores de los SRT. Alrededor de 100 de ellos ya optaron por retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas desde marzo, en muchos por fuertes presiones de las autoridades de la empresa designadas por Boretto.
El proceso preventivo de crisis que presentó el directorio encabezado por Daniel Barraco y Andrés Biga en el Ministerio de Trabajo de la Provincia había trazado un horizonte de vaciamiento y licuación de la planta de personal, pasando la cantidad de trabajadores a 70 de un total de 240 que iniciaron el año. De la misma forma se pretendía limitar el tiempo de aire a un turno de trabajo, justificando así el achicamiento de personal. Todo fundamentado en el fenomenal ajuste que el Gobierno de Javier Milei impone al sistema educativo universitario nacional. Esto se plasmó, al igual que en otras áreas y organismos estatales nacionales, en el congelamiento del presupuesto a niveles nominales de comienzos de 2023, sin actualizar las partidas conforme la inflación de ese año ni en base a las proyecciones de periodo en curso.
Pero en la última audiencia del Ministerio de Trabajo entre el directorio y los gremios con actuación en la empresa, el vicepresidente Andrés Biga descomprimió la tensión del conflicto al comprometerse ante los delegados a no despedir personal que no opte por abandonar la empresa por propia voluntad. Luego Biga fue por el personal precarizado, bajo la figura de contratados, pero ante el rechazo unívoco de los sindicatos, comunicó que estudiaría la reducción de horas extras, al estilo de las automotrices cordobesas, última novedad al cierre de esta edición.
El respaldo de los oyentes a la continuidad de los SRT comenzó a resquebrajar el apoyo interno a Boretto dentro de la UNC. “Que dejaran de pagar directamente los sueldos lo ubicó en el lugar de estafador y eso le quebró el frente interno, incluso entre el oficialismo”, evaluaron los trabajadores. Por caso, la Facultad de Psicología, de conducción radical, emitió un fuertísimo comunicado criticando la gestión rectoral de la crisis: “Expresamos nuestra profunda preocupación y no avalamos que se prosiga con el plan denunciado por los y las trabajadores/as como vaciamiento del multimedio, único en Latinoamérica; que busca callar a un conglomerado de medios universitarios y públicos fundamentales no solo en nuestra provincia, sino en todo el interior del país. Así como nos pronunciamos en pos de garantizar la pluralidad de voces, garantizar el derecho al acceso a la información y fortalecer el funcionamiento democrático de nuestro país”, expresó el Consejo Directivo de la unidad académica.
Además se suman cuestionamientos al discurso de “no hay plata”, dado que la empresa habría pagado alrededor de 2000 millones de pesos en retiros voluntarios. Si bien la actualización presupuestaria que comprometió el Gobierno de Milei -tras las multitudinarias marchas de abril- solo se hizo efectiva en un pequeño tramo (60% de un total de 270% que recibiría la UNC al igual que el resto de las universidades nacionales), no se entiende cuál es el argumento oficial para no correr esa actualización al Multimedio.
“Boretto le está prometiendo a las facultades que la plata de los SRT va a ir para ellas. De esa forma intenta mantener el apoyo que logró en febrero en el Consejo Superior”, explicaron a esta revista desde el espacio opositor Vamos, más decidido a confrontar con el rector radical. La alianza opositora sacó a la cancha a ex rectores como Carolina Scotto y Francisco Tamarit a pronunciarse contra del vaciamiento. Pero las posiciones en ese espacio no están unificadas.
Muestra de esta división es lo sucedido en la Comisión SRT-UNC, que elaboró un Plan de Comunicación Integral que se presentó ante el Consejo Superior universitario. El organismo está encabezado por la decana de Facultad de Ciencias de la Comunicación, Mariela Parisi -que explica su posición en una entrevista exclusiva en esta misma edición-, enrolada en el oficialismo en la última elección a rector que consagró a Boretto, junto a las decanas de Ciencias Sociales y Arte, María Inés Peralta y Ana Mohaded, ambas integrantes de Vamos.
Mohaded tuvo la deferencia de atender a Revista El Sur y justificó la actuación de la Comisión, que contó con la participación de delegados sindicales de los SRT, porque “es una búsqueda de una salida política a esta crisis”, que tiene al proyecto de comunicación como una herramienta para encausarla. Es una alternativa atendible ya que todos los sectores reconocen que hace años que la UNC no tiene un proyecto para los SRT, pero por su carácter no vinculante la Comisión corre el riesgo de caer en el vacío.
Otros sectores opositores, como la decana de Filosofía y Humanidades, Flavia Dezzutto, o miembros de FAMAF, rechazaron integrarse porque consideraron que era una manera de darle aire político a Boretto mientras ejecuta el ajuste. “El proyecto de comunicación es imprescindible pero el problema urgente es otro, es la lucha presupuestaria. Boretto se la pasa diciendo que defiende a la universidad, pero no quiere confrontar con el Gobierno nacional que nos redujo drásticamente el presupuesto. No está peleando por la universidad porque no está peleando el presupuesto. Es cierto que hoy no hay plata, pero ¿qué hacemos con eso? La realidad es que este radicalismo que gobierna la UNC está alineado con el diputado Rodrigo De Loredo. Son los que levantan la mano en el Congreso para aprobarle a Milei las leyes que pide”, reclamó Dezzutto.
A su vez, la última semana de julio surgieron encontronazos con el Gobierno provincial, cuando la Legislatura aprobó por abrumadora mayoría un proyecto de declaración que expresó su preocupación por lo que denominó “proceso de vaciamiento de los SRT”. Es la primera controversia entre la conducción de la universidad y el oficialismo provincial, un vínculo que transcurría sin conflictos dado que el gobierno de Martín Llaryora habilitó el Proceso Preventivo de Crisis en el Ministerio de Trabajo, que abogados laboralistas y dirigentes gremiales impugnaron porque aducen que la empresa no cumplió los pasos legales que establece la normativa.
“Hubo un acuerdo de coyuntura del rectorado con Llaryora. Se refleja en que hayan abierto un Preventivo de Crisis sin tener los papeles en orden. Es insólita esa apertura y da para sospechar cualquier cosa”, dijo a esta revista el ex secretario general de sindicato de prensa (Cispren), Guido Dreizik.
El oficialismo universitario prosiguió su postura de no dar explicaciones públicas sobre la crisis de los SRT. El silencio “atronador” del rector Boretto, sumado a la designación de un presidente de la empresa como Barraco -de nulos antecedentes tanto ten la gestión de conflictos como en los medios de comunicación-, delata una conducción universitaria empantanada en un conflicto que ya cumplió cinco meses.
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*Periodista. Fuente Revista El Sur https://revistaelsur.com.ar/ Fotos Diego González Viscio| Esta nota forma parte de un estudio sobre la situación de los SRT. Foto principal Universidades Hoy.
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